El problema de los partidos experimentales es que la prueba se nota mucho y el error todavía más; sin hablar de la escasa tolerancia de la feligresía que demanda una presentación coherente sin medir que el juego estaba en un tubo de ensayo.
Con esos riesgos asumidos, y con la mirada puesta en lo que se vio, hay que decir que la Selección ofreció un juego pobre, que pecó de flojedad en defensa, de desconexión en la media y de ataque chato…, en consecuencia.
Un juego ralo de los ticos derivó en un partido aceptable para El Salvador, que intuyó la liviandad costarricense y trató de cantar bingo.
No lo hizo por una falta pavorosa de puntería y por un Pemberton que sigue confiable cuando el dueño del arco no está.
Si bien esta Tricolor era un equipo en borrador (concedemos esto) por la falta de los mismos de siempre, hay que recordar que La Selecta es de un fútbol en reconstrucción, que apenas da pasos para reponerse de todo lo que perdió con la sanción sufrida por el escándalo de los juegos arreglados.
Costa Rica está obligada a demostrar más: así lo demandan los antecedentes. Nadie dice que debe ganar con la camiseta, pero sí dejar alguito más que el ralo estreno de este viernes en la Copa Centroamericana.
No fue un buen juego de la Sele; al contrario, son de esos que dejan el ceño fruncido y masticando algo de bronca. Hubo jugadores que quedaron en deuda y el libreto afinado (de noviembre) del Machillo hoy quedó con tachonazos.
Son jodidos estos juegos de experimentos: la prueba falla y el error se ve mucho.
No hay que hacer drama por este encuentro, aunque el pueblo futbolero siempre quiere ganar, sin tomar en cuenta al rival. En el 2017, el equipo tico tiene un reto más importante que este torneo que se juega a golpe de tambor. Ahí estará más en forma.
No fue bueno el estreno y eso está clarísimo. Sigue Belice el domingo.
PRIMERA JORNADA COPA CENTROAMERICANA 2017
Honduras 2 – Nicaragua 1
Costa Rica 0 – El Salvador 0