Turrialba abraza a personas en condición de calle y fomenta la prevención del Covid-19. Comunidad adaptó gimnasio como albergue y ofrece alimentación y actividades para el desarrollo integral de quienes se encuentran en situación de indigencia.
Miembros de la Asociación de Desarrollo Integral de las Américas donan su tiempo y preparan alimentos en las instalaciones comunales que pusieron a disposición de la emergencia.
La iniciativa cuenta con el apoyo de autoridades municipales, la iglesia evangélica, el comercio local.
Hay muchos rostros vulnerables al Covid-19 que quizás no vemos. Durante el día pasan hambre y durante la noche los ataca el frío, el agua, la soledad y, en tiempos de pandemia, la incertidumbre de lo porvenir.
En el cantón de Turrialba, personas de gran corazón vieron más allá de su ventana y se dieron cuenta que muchos no tienen el privilegio de quedarse en casa, tener dónde y qué comer, dónde dormir, bañarse e incluso lavarse las manos.
Fue así como decidieron, sumar actores comunales, y adaptar el gimnasio del Instituto de Educación Dr. Clodomiro Picado – IET- como albergue para las personas en condición de indigencia del cantón.
La Asociación de Desarrollo Integral de las Américas uno y dos, Clorito Picado, Rafael Ángel Camacho y Camaquiri de Turrialba es parte de esta importante iniciativa y ha priorizado sus acciones hacia este grupo especial de la población azucarera.
«La asociación presta el salón y la cocina comunal para apoyar este proyecto. Vecinos y miembros de la asociación preparan los alimentos que diariamente se les suministran a estos turrialbeños. Ese es nuestro trabajo, el apoyar estas actividades, nosotros pensamos que eso es lo que hay que hacer en una asociación de desarrollo», expresó doña Yamileth Chacón, miembro de la Asociación desde hace muchos años.
La iniciativa, además, cuenta con el apoyo de las autoridades municipales, miembros de la iglesia evangélica y del comercio local, quienes donan los alimentos y colaboran en las actividades formativas y de esparcimiento con los beneficiados de la iniciativa.
En el albergue. Durante el día, en el albergue, las personas que se atienden ayudan con la limpieza del salón, lavan su ropa y luego practican deportes.
Por la tarde, la iglesia evangélica les brinda charlas de motivación, abordan temas como la adicción a las drogas y al alcohol.
Miembros de la asociación indican que, incluso, en los últimos meses, se les ha podido incorporar a clases de inglés, con el fin de que aprovechen al máximo su estadía en el albergue.