La época lluviosa parece haber llegado y con esta aumentan los riesgos de tener un accidente por “aquaplaning” (también conocido como hidroplaneo), que es cuando las llantas pierden la adherencia con la carretera a causa de una película de agua.
Según los expertos cuando un vehículo que circula a baja velocidad se topa con una acumulación de agua, las llantas se deslizan cortando el flujo de agua, pero manteniendo el contacto con la superficie. No obstante, si la velocidad es un poco mayor, cuando la llanta irrumpe repentinamente el agua se acumula en la parte delantera generando resistencia, y un tipo de empuje, que puede provocar derrapes. Peor aún, en un caso donde la velocidad ya sea más alta (más de 70km/h), el agua eleva el neumático impidiendo su agarre con la superficie lo que hace que se pierda por completo el control de la dirección y velocidad del vehículo, esto es justamente el aquaplaning.
“Con la lluvia el riesgo de accidentes por hidroplaneo, falta de visibilidad o cualquier otro elemento aumentan. De ahí la importancia de prepararnos tanto en lo que respecta al estado del vehículo, como a nosotros mismos como conductores. Por ejemplo, si unas llantas desgastadas son ya de por sí un enemigo en cualquier momento, ante la presencia de lluvias son definitivamente una ruleta rusa”, comentó Jennifer Hidalgo, subgerente de Comunicación y Responsabilidad Social de Riteve.
¿Cómo evitarlo? El buen estado de las llantas, así como el de la suspensión es sumamente importante, ya que estos elementos del sistema de dirección son los responsables de mantener el neumático en contacto con la superficie. Adicionalmente, es importante garantizar la mayor visibilidad posible, a través de elementos como el estado del parabrisas, limpia parabrisas, escobillas y luces.
Tras confirmar que el estado del vehículo es el ideal, es de suma importancia conducir a la defensiva y bajar la velocidad cuando llueve o posterior a esto, cuando las superficies aún tienen presencia de agua.
“Conducir a baja velocidad y con la mayor visibilidad posible nos permite detectar a tiempo cualquier obstáculo y evadirlo. Y, en caso de no poder hacerlo, el buen estado del vehículo y una buena técnica de manejo nos ayudan a sobrepasarlo con el menor riesgo posible y evitando hidroplanear”, explicó Hidalgo.
¿Cómo reaccionar? “Nadie quiere hidroplanear, pero definitivamente si tenemos que enfrentarnos a esta situación un vehículo en buen estado (llantas, suspensión, etc.) y una buena técnica de manejo definitivamente hacen una gran diferencia entre un susto y hasta un accidente fatal”, agregó Hidalgo
Los expertos explican que el peor error que se puede cometer cuando se está hidroplaneando es frenar repentinamente o girar bruscamente el volante, pues el vehículo podría salir disparado en cualquier dirección. Lo ideal es soltar el acelerador, poner la dirección recta y, sin frenar, sujetar con fuerza el volante hasta que los neumáticos consigan adherencia saliendo, poco a poco, de la zona con agua.
Mantener la calma, no entrar en pánico y nunca quitar la vista de la vía o cerrar los ojos, son otros de los aspectos más determinantes en situaciones como esta.
Debido a la importancia de que vehículos y conductores estén preparados para estas situaciones de la época lluviosa, en las redes sociales de Riteve se estarán compartiendo diversos mensajes con consejos sobre mantenimiento de los vehículos y conducción defensiva.