“Cuando tenía tres años, vi unas niñas tocando el violín en la iglesia, y estaba muy intrigada con el sonido del violín. Ellas tenían puesto unos vestidos largos y hermosos, y así fue cuando le dije a mi madre que quería lecciones de violín”. Así relata la violinista estadounidense, Rachel Barton Pine, el arranque de su carrera musical.
Barton Pine, de 39 años de edad, se ha presentado como solista con diversas agrupaciones del mundo, como la Sinfónica de Chicago, la Orquesta de Filadelfia, la Royal Philharmonic y la Filarmónica de Cámara de Radio de los Países bajos.
Por otra parte, aunque la música clásica es su fuerte, Barton Pine, forma parte de una banda de heavy metal llamada Earthen Heaven, en la que toca una combinación entre thrash metal y doom metal, que cuenta con ritmos rápidas y luego lentas, ya que la música académica es la principal influencia sobre la música metálica, según explica la violinista.
Desde hace 13 años, su violín llamado ‘Ex Soldat’ forma parte de sus melodías, y desde ese día, la acompaña en todas sus actividades. Este instrumento, de 272 años, lo utilizó la violinista Marie Soldat en conjunto con el pianista Johannes Brahms, en el siglo XVIII.
Al lado de su violín, Barton Pines, fusionó su música con la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) el pasado 30 de mayo y el 1 de junio, en el Teatro Nacional.
Se trató del V Concierto de Temporada Oficial de la OSN dirigido por John Nelson, en el que Barton fue la solista invitada. En la cita, la violinista ejecutó el “Concierto No. 5 para violín y orquesta en La Mayor, KV219”, del compositor austriaco Wolfgang Amadeus Mozart.
-¿Cómo considera usted que impacta la música en el desarrollo de la niñez y la juventud?
Creo que la música debería de tener un lugar especial en la educación de nuestros niños. Por ejemplo, si ellos hacen deportes, siempre tienen competencias, de todos contra todos, pero en la música es más colaborativo, se trabaja en conjunto para crear algo mejor, hay una visión de la conexión entre todos.
Cada niño debería de tener la oportunidad de crear música. Me parece que es una manera diferente de entretenerse, y en mi opinión la pobreza no es factor de criminalidad, sino el hecho de estar ocioso. Cuando no hay nada qué hacer, nada que le interese a la juventud, no existe ninguna meta que alcanzar. Pero, si tiene música, si puede tocar para usted mismo y para otros, eso le da sentido a la vida.
-¿Cuáles son las similitudes entre heavy metal y la música clásica? ¿Cuál disfruta tocar más?
Realmente, muchas de las bandas de heavy metal son influenciadas por la música clásica. Tuve la oportunidad de conocer mis grupos favoritos de heavy metal y siempre estaban hablando de tocar, escuchar o estudiar música académica. De hecho, es el tipo de música más cercana a la clásica.
Siento que con el heavy metal hay un tipo de comunicación diferente que con la clásica que tiene matiz, entonces el público no aplaude hasta el final por no quieren perderse nada. En cambio en heavy metal, si a la audiencia le gusta lo que uno está tocando, ellos brincan, mueven sus cabezas y se acercan al escenario, entonces sé que les gusta lo que estoy haciendo.
-¿Cuál ha sido la experiencia más gratificante en su carrera musical?
Nunca me han preguntado eso, pero en realidad, desde tocar en escenarios, ir a escuelas, hasta poder tocar para gente que nunca había tenido la oportunidad de escuchar música clásica. Cuando alguien no conoce de esta música, es hermoso que llegue y me diga ‘fue mi primer concierto de música clásica y me encantó’.
-Un mensaje para las personas que quiere empezar a tocar música y tal vez no cuentan con la oportunidad o tienen miedo.
Nunca es muy tarde, si eres un adulto y siempre has querido tocar un instrumento, ¡hazlo! Es posible para su cuerpo y también para su cerebro. Tendrá tanto placer haciéndolo, que no debe intimidarse por el instrumento; siempre hay profesores que ayudan. Es una alegría poder tocar música, si no lo están haciendo se lo están perdiendo.