Con suma puntualidad los obispos acudieron a la cita con el Santo Padre al ser las 10:45 a.m. en Roma.
El Papa Francisco acogió a cada uno de los prelados con un saludo cordial y fraterno y recibió gustosamente algunos presentes traídos desde Costa Rica.
Cada uno de los obispos tuvo la ocasión de dialogar con el Santo Padre sobre la realidad de las diócesis que les han sido asignadas, transmitiendo a su vez, el saludo filial de las distintas comunidades costarricenses.
“Cada obispo le presentó una síntesis de la situación humana y pastoral, los planes pastorales y el futuro de lo que se prevé de estos planes pastorales”, expresó Monseñor Óscar Fernández, Obispo de Puntarenas y presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, tras la reunión.
“El Papa escuchó muy atentamente, en algún momento pedía ampliar un tema. Fue un diálogo muy bello, muy fraterno, muy sencillo, sentimos a un hermano mayor que nos acogía, a un verdadero Padre”, manifestó Mons. Fernández.
Entre otros temas, el santo Padre insistió en la necesidad de que los sacerdotes transmitan el rostro misericordioso de Dios, a través del sacramento de la reconciliación y agradeció a los obispos la cercanía con él, e hizo extensivo su saludo y bendición a todo el pueblo costarricense.
“Hemos tenido un encuentro muy familiar con el Santo Padre, fraterno, paternal de parte de él hacia nosotros, que nos ha animado mucho. Nos ha animado a hacer y actuar como pastores cercanos, muy misericordiosos”, expresó Monseñor José Manuel Garita, Obispo de Ciudad Quesada.
Por su lado, Monseñor Óscar Fernández, le reiteró al Santo Padre la invitación para que visite nuestro país aprovechando la Jornada Mundial de la juventud en Panamá, la cual se realizará del 22 al 27 de enero del año 2019.
Al respecto, Monseñor Ángel SanCasimiro, Obispo de Alajuela, declaró: “nos ha dicho el Papa, ‘me dejan la inquietud, de ver si desde Panamá en un vuelo cercano, lo puedo hacer’. No se ha comprometido, solamente con la sonrisa”.
En otro gesto de afecto, el Papa Francisco respondió a lo que fue la cortesía de los obispos costarricenses, quienes entre otros obsequios le llevaron café de nuestro país.
“Me traen el café más rico del mundo. Costa Rica es el mejor café del mundo”, describió Mons. Ángel SanCasimiro sobre el cómo fue la respuesta del Papa.
Realidad nacional
El Pbro. Jorge Eddy Solórzano, Secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, indicó que la realidad costarricense estuvo presente en la conversación.
“Conforme se fue dando el diálogo, a la hora de exponer, los obispos le hicieron ver al Papa la preocupación por la pobreza del país, la situación del narcotráfico que ha afectado a tantas familias costarricenses. También, situaciones de familias que quedan solas, de hombres que van a trabajar fuera del país. Hubo una puesta al día”, explicó.
El Papa les dijo a los Obispos, comentó el Pbro. Solórzano, que hablando de la pobreza, es “la globalización y la economía que se impone en el mundo la que ha provocado la exclusión de muchos y el crecimiento de esa pobreza. Hay necesidad de transformar esa realidad para que se enrumbe al bien común. Pues en el fondo, si no se hace, es una autodestrucción”.
Cabe mencionar que la Visita ad Limina Apostolorum (Visita a las puertas de los Apóstoles) inició este lunes con una Eucaristía, a las 7:30 de la mañana. La celebración se llevó a cabo en la cripta donde se encuentra la tumba de San Pedro, lugar que preserva la memoria de la vida del Apóstol y su martirio por la causa del Reino.
La palabra proclamada retomó la confesión de Pedro: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mateo 16,13-19). Monseñor Óscar Fernández, Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, presidió está celebración y destacó en su mensaje: “como pastores, al igual que a Pedro, el Señor nos confió un rebaño y nos ha elegido para apacentar esas ovejas con alegría y esperanza, no como obligados por la fuerza, sino de buena gana”.
En la celebración participaron algunos sacerdotes costarricenses que, actualmente, estudian en Roma.
La Visita ad Limina se extiende hasta el próximo sábado 18 de febrero, y durante estos días los Obispos visitarán los distintos dicasterios de la Santa Sede, es decir, las diferentes áreas de evangelización de la Iglesia.