A partir de febrero, tres nuevas esculturas se unen a la colección del primer y único museo submarino del país y de Centroamérica, ubicado en Playa Blanca de Punta Leona, está a una profundidad entre 2 y 5 metros, según la marea.
El Hotel Punta Leona, líder de esta iniciativa, inauguró esta semana la tercera etapa del Museo Submarino, la cual suma ya 9 esculturas, así como más de 75 arrecifes artificiales tipo campana. En esta ocasión, se trata de tres nuevas esculturas: un pulpo que resguarda un cofre del tesoro, y que es interactivo de manera que los buzos pueden pasar entre los tentáculos del animal; un pez globo inflado; y un pez loro que es a quien se le debe las arenas blancas de Playa Blanca.
“La inauguración de esta tercera etapa representa una oportunidad de acercar a las personas a la conservación del medio ambiente y educar a los turistas con respecto a temas ambientales. Estamos demostrando que el ser humano está dejando una huella regenerativa en la vida silvestre, en este caso en la vida marina. Ya no se trata solo de sostenibilidad, sino que estamos dando un paso adelante en lo que es el turismo regenerativo, donde buscamos dejar el lugar donde estamos mucho mejor de como lo encontramos”, comentó César Vargas, Gerente de Comunicaciones y Sostenibilidad del Hotel Punta Leona.
El Museo Submarino fue creado en el 2020 por el Hotel Punta Leona con dos objetivos: incorporar las esculturas al proyecto de arrecifes regenerativos, ya que éstas, al igual que los arrecifes tipo campana, funcionan como lugar de guarida, alimentación y reproducción para más de 50 especies marinas, así como acercar a las personas a la conservación ambiental a través del arte.
Estas esculturas han sido creadas por el artista plástico costarricense Fabio Brenes, vecino de Orotina y con más de 37 años de experiencia en diversos campos de las artes. Sus obras han sido expuestas en países como Argentina, Francia y España, además de Costa Rica, y sido quien ha liderado la confección de las nueve esculturas que actualmente componen el museo.
“Como artista lo más importante de este proyecto es que es una obra pública extraordinaria, una obra marina en la que agradezco la gran oportunidad de estar al frente. Si bien es cierto que hay algunos museos de este tipo en México y Europa, los de este tipo son más figurativos. Nosotros acá le hemos dado énfasis a lo nuestro, tomando en cuenta el enfoque del país que es la preservación de los recursos naturales”, explicó el artista.
La elaboración de cada escultura se hace con varilla de construcción, cedazo y una mezcla de ferrocemento, creando una mezcla resistente al agua salada y que sea muy compatible y amigable con el ecosistema, de manera que los caracoles, las algas y otras especies marinas puedan habitar sus superficies. El peso promedio de cada escultura es de 1 tonelada y poseen una longitud entre 2 a 3 metros.
El proceso de fabricación tarda entre 15 y 17 días, para el cual se contó con mano de obra de colaboradores del Hotel, así como el apoyo de un grupo de estudiantes de la Universidad James Madison de Estados Unidos, quienes anualmente visitan el hotel para colaborar con el desarrollo de algún proyecto.
Finalmente, para sumergir las esculturas en el mar se utiliza un tractor para levantar las estructuras, se ponen en la carreta de un chapulín, y esa carreta las lleva directamente a la playa, la cual debe estar en marea baja para poder colocarlas. Una vez que ya están colocadas en la parte más baja se espera a que la marea suba y las tape, para después usar unas bolsas de levantamiento especiales que se inflan con aire para que las estructuras floten. Una vez que flotan se mueven con la ayuda de buzos hacia el lugar donde se van a colocar, para finalmente sacarles poco a poco el aire a las bolsas y ubicar las esculturas en el sitio del museo.
Para apreciar estas esculturas, las personas solamente deben contar con equipo de buceo o snorkeling y sumergirse en el mar en la zona delimitada frente a Playa Blanca. Para lograr ver las esculturas, se recomienda que sea durante la temporada de verano, entre los meses de diciembre a mayo, en donde el agua está bastante clara en este sector del Pacifico Central. Las estructuras se pueden apreciar fácilmente en marea baja haciendo snorkeling ya que se encuentran a 2 metros de profundidad, y haciendo buceo durante marea alta, ya que la profundidad aumenta hasta los 6 metros.
“Nuestra idea es hacer un museo de aproximadamente 15 a 20 piezas pictóricas. La idea es continuar desarrollándolo, en donde podamos no solamente tener representación de especies marinas sino también incorporar otras especies terrestres que igualmente son simbólicas dentro del hábitat en donde nos encontramos; por ejemplo una mariposa morpho, un mono cariblanco, o una lapa roja, que son especies bandera dentro de la zona”, finalizó César Vargas, Gerente de Comunicaciones y Sostenibilidad del Hotel Punta Leona.
Para conocer más sobre este Museo Submarino, así como la propuesta del Hotel Punta Leona, puede visitar su página web https://hotelpuntaleona.com/, así como sus redes sociales Facebook e Instagram como Hotel Punta Leona.