Para muchas personas es muy difícil encontrar motivación y mantener planes de llevar un estilo de vida saludable y activo.
Los motivos para la falta de motivación son muchos, pero existen dos muy comunes: el estilo de vida sedentario moderno y el proceso natural de envejecimiento.
Mientras tu vida sea más sedentaria, más difícil será ponerte en movimiento. El permanecer sentado todo el día disminuye tus niveles de energía y puede tener un impacto negativo en tu peso, lo que puede hacer que tus movimientos sean menos cómodos. Esta combinación de falta de energía y no sentirte bien solamente alimenta tus ganas de permanecer sedentario. Romper este ciclo vicioso es esencial si quieres obtener y mantener tu motivación para lograr tus metas de bienestar personal.
El proceso natural de envejecimiento también puede hacer que sea difícil mantener la motivación para hacer ejercicio, y aunque no podemos prevenir el envejecimiento, existen algunas maneras maravillosas de contrarrestar los efectos naturales del envejecimiento y mantenerte motivado y haciendo ejercicio constantemente.
Estos son algunos consejos para ayudarte a estar activo y motivado:
Cumple el tiempo mínimo de ejercicio todos los días: Lograr que el cuerpo se mueva de forma regular es saludable, no solamente para logar tus metas de composición corporal, pero también promueve la circulación y mejora tu bienestar general. Cuando mantienes las articulaciones en movimiento con actividad física regular, es menos probable que experimentes pérdida de movilidad y dolor de las articulaciones que por lo general son causados por la inactividad. Es recomendable que para lograr los beneficios de salud asociados con la actividad física, realices un mínimo de 30 minutos de ejercicio al día, cinco días a la semana. Por lo general, el primer paso es el más difícil, pero una vez que la actividad física forma parte de tu rutina, los beneficios saludables hacen que sea más fácil continuar. Aunque no puedas comprometerte a hacer ejercicio por 30 minutos, hacer algo de ejercicio es mejor que no hacer nada.
Mezcla el impacto: Es importante tratar de mantener una densidad ósea saludable a medida que envejecemos, y recuperarla después de pasar por un periodo sedentario prolongado. Realizar ejercicios que sean de alto impacto por naturaleza, como caminar, correr o saltar, puede ayudarte a mantener los huesos saludables. Alternar actividades de bajo impacto, como nadar o andar en bicicleta, con actividades de alto impacto, como correr y saltar, es la forma perfecta de asegurar que estas maximizando los beneficios de salud ósea en tu rutina de ejercicio, y al mismo tiempo asegurar que no estás colocando demasiada tensión en las articulaciones. El mezclar tu rutina puede ayudarte a evitar los dolores excesivos de las articulaciones y prevenir el aburrimiento.
Enfócate en los músculos: Uno de los problemas más comunes relacionados con el envejecimiento, y que se puede aliviar con el ejercicio, es la pérdida natural de la masa muscular, conocida como sarcopenia. La pérdida de músculo o el desequilibrio de la composición corporal no siempre se debe al envejecimiento, pasar largo tiempo inactivo o tener un peso inferior al normal también puede reducir la masa muscular magra.
Alzar pesas o realizar ejercicio con pesas, combinado con una dieta alta en proteína, asegurará el desarrollo de masa muscular magra y mantendrá tu resistencia. Mantener la masa muscular magra es maravilloso para el metabolismo y para ayudarte a lucir y sentirte de maravilla. Intenta realizar ejercicios para desarrollar músculo por lo menos tres veces por semana.
Ya sea que estés tratando de logar una meta específica, o simplemente quieras sentirte joven y con energía, un enfoque diario para realizar alguna actividad física te ayudará a mantenerte motivado.
- Por Samantha Clayton, AFAA, ISSA – Vicepresidente Global de Desempeño Deportivo y Fitness en Herbalife Nutrition.