Monseñor José Rafael Quirós Quirós, Arzobispo de San José, sostuvo hoy un encuentro con miembros de la prensa nacional para generar un acercamiento y tratar diversos temas de la agenda nacional e internacional, desde una perspectiva cristiana.
Sonriente y de verbo pausado, el líder de la Iglesia Católica en Costa Rica, atendió a los periodistas tras un ameno desayuno en compañía también de sacerdotes de la Arquidiócesis de San José y su equipo de comunicación.
Periódico Pura Vida estuvo presente para conversar con Monseñor Rafael Quirós.
– ¿Cuál fue el objetivo de este encuentro con los medios de comunicación?
El objetivo lo manifesté al inicio de nuestro encuentro, es encontrarnos para dialogar y reconocerse, en mi caso reconocer la labor tan importante que los comunicadores realizan en nuestro país.
Y también tener la oportunidad de conocerlos y que tengan ese contacto, esa relación más cercana con la Iglesia a través de mi persona y así sientan que hay apertura de parte nuestra para poder dialogar sobre diversos temas.
– ¿Considera que el periodista debe buscar más el criterio o la posición de la Iglesia Católica en varios de los temas que se discuten actualmente en el país?
Es importante que se dé a conocer lo que estamos viviendo como Iglesia, por eso cuando usted manifestó que la Iglesia como fuente, yo creo que es importante que se obtenga esta información de manera directa.
Y por otro lado, ya yéndonos más a profundidad, por supuesto que Jesucristo es camino, verdad y vida, y desde la Iglesia como seguidores de la verdad instamos y tratamos de que los comunicadores también interioricen esta exigencia y que como comunicadores ser agentes promotores y fieles a la verdad.
– ¿Qué buena noticia pueden esperar los costarricenses tras el Sínodo de los Obispos sobre la Familia?
Creo que el Sínodo nos ha dado la oportunidad de tomar mayor conciencia de lo que es la familia, de la importancia del matrimonio y de la familia, por lo que se podría esperar es un trabajo todavía más tesonero y con mayor fuerza para seguir proclamando la belleza del matrimonio, la familia y la buena noticia de la vida y la familia.
– Varias agrupaciones siguen reclamando en temas que tienen que ver con la familia y la vida, ¿Cuál será la posición de la Iglesia ante la insistencia de estos grupos?
Será la misma de siempre: defender la vida como derecho natural, como regalo de Dios, como don de Dios, y ante todo que se entienda que no se trata de una simple ideología, sino que se trata de defender un derecho que no pueden reclamar los inocentes, los no nacidos, aquellos a quienes se les quita la vida.
Y por otro lado, sabemos que la vida pertenece a Dios y depende nada más de Dios; y también desde Dios como fuente de vida nos sentimos fuertemente comprometidos a luchar a favor de la vida en general, desde el momento mismo de la concepción hasta el término natural.
– ¿Qué le ha dejado -hasta el momento- el acercamiento con las comunidades a través de las visitas pastorales?
Las visitas pastorales para mí han sido momentos importantísimos, por supuesto de encuentro con las comunidades, de encuentro con las personas, con las instituciones, y me llena de muchísima alegría ver como hay tantas personas comprometidas en el trabajo parroquial sin dejar de lado el constatar la necesidad que tenemos de seguir evangelizando.
Pero sí hay muchas personas que están trabajando y hay muchos católicos presentes en instituciones que están también dando un buen testimonio de su vida como cristianos en esos lugares donde se encuentran.
– También usted ha visitado instituciones que brindan servicios en esas localidades. ¿Cuál ha sido el mensaje específico para quienes forman parte de esas instituciones?
Quienes están en esas instituciones han de comportarse como cristianos, han de hacer agentes de transformación, han de servir honestamente ahí donde están, y es dar testimonio del compromiso de fe a través de la responsabilidad que cumple.
– Este domingo 29 de noviembre inicia el período de Adviento. ¿Cómo debemos vivirlo realmente?
Este adviento tiene un matiz particular porque a partir del 8 de diciembre vamos a estar viviendo la experiencia del Año Extraordinario de la Misericordia y por supuesto mirar el nacimiento del Hijo de Dios desde esta perspectiva. El Padre, infinitamente misericordioso, envía a su Hijo para salvarnos a todos, por eso creo que al igual que todos los años el llamado está para que no nos quedemos simple y sencillamente en las lucecitas, en lo externo, en las fiestas, sino para que vayamos a profundidad y que sea Jesucristo quien nazca en la profundidad de nuestros corazones. Y que atendamos a lo que Él nos pide en orden a la fraternidad, en orden a la cercanía en lo que respecta a ser constructores de paz a todo esto de lo cual nos habla el nacimiento del Señor.