Tras casi tres meses de ejercer de manera interina, el Dr. Fernando Llorca Castro, recibió el nombramiento como Ministro de Salud de Costa Rica entre el compromiso y el optimismo de aportar al país su experiencia como médico especialista en servicios de salud.
“Es ilusionante y retador. Hay mucho por hacer y aceptamos responsablemente el siguiente paso”, confirma el ahora jerarca de la cartera, quien tiene suficientes argumentos para pronosticar una gestión saturada de retos.
“Estamos trabajando en la Política Nacional de Salud, el Plan Estratégico y en las acciones y proyectos específicos. Por ejemplo, en la Sostenibilidad del Sistema de Salud a largo plazo, abordar el problema de Calidad en los Servicios de Salud, Investigación Biomédica, Trasplantes regulados”, confirma con determinación el Dr. Llorca para luego dar a conocer el nuevo enfoque que buscará incorporar al Ministerio de Salud.
“Lo que el país necesita es un nuevo enfoque de la salud pública desde su administración. De un Ministerio de Salud ‘policía’, que pone candados y clausura locales, a uno que acompaña a la ciudadanía a que se cumpla la Ley. De un Ministerio ‘registrador’ por excelencia y que impone cantidad de controles, a uno que sobre todo supervisa y controla de forma efectiva”.
Incluso, durante su paso como Viceministro reforzó las funciones de rectoría del Ministerio en las áreas de sistemas y servicios médicos, desde la perspectiva de la economía de la salud, con el fin de contribuir a velar por la sostenibilidad financiera del sistema de salud de Costa Rica.
“Durante este tiempo se ha fortalecido la lucha contra enfermedades contagiosas de carácter internacional como la Chikungunya, Ébola y Dengue. Hemos dado los primeros pasos firmes para integrar al Ministerio de Salud en el Sistema Nacional de la Calidad; simplificación de trámites, otra área de trabajo en vías de desarrollo dentro del Ministerio de Salud”.
Sin duda alguna, los vientos de cambio asoman en la gestión del Dr. Fernando Llorca Castro como líder de la institución rectora del país; cambios que se construirán -según dice- de la mano con los distintos actores sociales.
“En el Ministerio de Salud se ha consensuado una forma distinta de hacer las cosas. La transparencia y la participación social en todos estos procesos han sido la norma. Algunas veces estas consultas vuelven más lentos los procesos, pero los consolidan y validan más profundamente a largo plazo. Los retos son enormes y la seriedad y responsabilidad con que se han afrontado los problemas de fondo son la mejor garantía de consolidación de un cambio”.
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