Cuatro comunidades pesqueras del Golfo de Nicoya cuentan ya con el equipamiento necesario para hacer despegar sus negocios de nuevo, tras el duro golpe a la economía local causado por la pandemia de la COVID-19.
Mediante una alianza entre la Fundación MarViva y el Conglomerado Financiero Banco Nacional, esta semana se entregaron los implementos necesarios para el equipamiento de tres recibidores de productos pesqueros, ubicados en las comunidades guanacastecas de Colorado de Abangares, Puerto Níspero de Cañas y una pescadería, en Quebrada Honda de Nicoya. Además, fueron otorgados equipos y mobiliario para la remodelación de las instalaciones del restaurante El Pescador, también ubicado en esa comunidad nicoyana.
Con esta inversión en equipos por un monto superior a los 20 millones de colones, alrededor de 450 personas de las comunidades de Colorado, Puerto Níspero, Pochote y Quebrada Honda se verán beneficiadas. El proyecto se desarrolló en forma conjunta con la Asociación de Desarrollo Integral de Colorado de Abangares, la Asociación de Desarrollo Integral de Puerto Níspero de Cañas y la Asociación Red del Golfo.
«MarViva asume el compromiso de apoyar a comunidades dedicadas responsablemente a la actividad pesquera artesanal en el Golfo de Nicoya para que puedan encontrar nuevas alternativas productivas y de reactivación económica. Gracias al apoyo del Banco Nacional y a nuestros aliados en el sector privado hemos podido ayudar a estas comunidades a implementar un modelo para la comercialización del producto pesquero más innovador y adaptado a sus necesidades”, declaró Jorge Jiménez, director general de Fundación MarViva.
«Sabemos que existe una problemática socioeconómica en las distintas poblaciones costeras que se agravó aún más con la emergencia sanitaria provocada por la pandemia, lo que ocasionó que la dinámica del mercado pesquero disminuyera en más del 50% sus ingresos por los cierres parciales o totales de los clientes comerciales de los pescadores artesanales. Por tanto, resulta fundamental enfrentar la transformación de la economía y la sociedad mediante el impulso de las economías locales, además del apoyo de estrategias que integren diferentes alianzas que permitan la reconstrucción de fuentes de trabajo, la reactivación económica del país y que permitan reconvertir algunos negocios que se han visto afectados con la crisis actual, todo esto en beneficio de la calidad de vida de la población costarricense”, dijo Silvia Chaves, líder de Sostenibilidad del Banco Nacional.
Reactivación económica local.
En marzo del 2020, el restaurante El Pescador en Quebrada Honda de Nicoya estaba listo para su reapertura, pero duró abierto solo unos pocos días debido a las medidas de cierre obligatorias impuestas desde el Ministerio de Salud, a raíz de la pandemia de la COVID-19.
El Pescador cuenta ahora con juegos nuevos de mesas y sillas, un congelador, una cámara frigorífica, equipo y software para la facturación electrónica e infraestructura que responde a los requerimientos de la Ley 7600, mientras al mismo tiempo, en este local opera tanto el restaurante como una pescadería administrada por la Asociación de Pescadores Artesanales de Puerto Pochote. Según manifestó Auxiliadora Díaz, presidenta de la Red del Golfo, asociación comunitaria que administra el restaurante, «Un año después nos sentimos muy optimistas y agradecidos con la Fundación MarViva y el Banco Nacional porque ya contamos con el mobiliario, los equipos e instrumentos necesarios para reanudar las operaciones de este negocio en beneficio de nuestra comunidad”.
Por su parte, otro de los establecimientos beneficiados es el recibidor que administra la Asociación Comité Local de Pescadores de Puerto Níspero, que según indicó Silvia Campos, tesorera de dicha Asociación, “Gracias a este equipamiento completo y moderno podremos de ahora en adelante operar el recibidor al servicio de los pescadores artesanales asociados, sin necesidad de intermediarios. Los beneficios económicos irán directamente a ellos”.
Asimismo, la Asociación de Pescadores Artesanales de Colorado por fin podrá poner a operar su recibidor de mariscos con equipo nuevo y propio. Este centro de acopio inició sus funciones en setiembre pasado en un edificio recién construido y con el personal necesario; sin embargo, enfrentaban muchas limitaciones en cuanto a equipo ya que todo era prestado. Según declaró Enoc Rizo, presidente de dicha Asociación, «Como no teníamos la capacidad de almacenar grandes cantidades de mariscos y para no perder el producto, nos vimos forzados muchas veces a venderlo a los intermediarios a un precio muy bajo que perjudicaba a nuestros asociados. Con la llegada de este equipamiento, nuestra organización tiene la esperanza de mejorar la calidad de los productos para nuestros clientes y consolidar el sistema de comercialización que implementamos para hacer frente a la necesidad económica que trajo la pandemia” .
Los tres recibidores fueron dotados con equipos como cámaras de refrigeración, romanas, cuchillos para filetear, mesas, «bines» (tanques para almacenar pescado y hielo), equipos de cómputo, entre otros instrumentos.