El SIDA sigue siendo uno de los problemas de salud más graves del mundo; afecta trágicamente a las familias y debilita las comunidades y sociedades. No debemos cejar en nuestros esfuerzos para lograr nuestro objetivo: cero nueva infección de VIH, cero discriminación y cero fallecimiento relacionado con el SIDA.
En este Día Mundial de la lucha contra el SIDA podemos sentirnos alentados al ver que nuestros esfuerzos están dando frutos. Debemos basarnos en esos resultados para controlar la enfermedad, ampliando los programas sobre el VIH y aprovechando al máximo las poderosas nuevas herramientas que evitan las infecciones de más seres humanos y los fallecimientos por causas relacionadas con el SIDA.
Estamos progresando. El número de nuevos infectados sigue disminuyendo en todo el mundo. La cifra de adultos y niños que contrajeron el VIH en 2011 es un 20% menor que en 2001. Es alentador que el número de personas que mueren por causas relacionadas con el SIDA en el África Subsahariana se haya reducido en un 32% entre 2005 y 2011, a pesar de que a la región le seguía correspondiendo el 70% de los fallecimientos causados por el SIDA en 2011. Al mismo tiempo, es lamentable observar que a finales de ese año en todo el mundo 34 millones de personas vivían con el VIH. Quedan aún enormes problemas por delante.
En su calidad de copatrocinadora, la UNESCO actúa en plena concordancia con el ONUSIDA para alcanzar el objetivo de cero nueva infección de VIH, cero discriminación y cero fallecimiento relacionado con el SIDA.
Trabajamos en favor de “los tres ceros” ayudando a los países a dar a los jóvenes una mejor educación sobre el VIH y una educación sexual adecuada a su edad, y aunando esfuerzos con todas las partes interesadas a fin de centrar los esfuerzos en los jóvenes que tienen entre 10 y 20 años de edad.
La UNESCO responde a las necesidades de las sociedades enmarcando su labor en un contexto más amplio de educación sanitaria y de salud escolar. Alentamos a los ministros de educación y de salud a trabajar juntos más eficazmente para lograr que los jóvenes adquieran conocimientos y competencias que les permitan llevar vidas más saludables.
Prestamos especial atención en nuestra labor a luchar contra las desigualdades entre hombres y mujeres, ya que las mujeres y niñas se ven severamente afectadas por el VIH y son las que asumen la mayor parte de la carga en materia de cuidados.
Los avances logrados deben fortalecer nuestra determinación de crear un mundo libre de SIDA. El VIH y el SIDA se pueden vencer mediante un compromiso renovado y una solidaridad duradera. Para ello tenemos que emplear todos los recursos de la mejor manera posible y aprovechar toda la información disponible. Este es nuestro mensaje en este Día Mundial de la lucha contra el SIDA.