Conservar un ahorro para emergencias puede ser la diferencia entre una crisis económica familiar y una pequeña “mala racha”.
Una enfermedad, la pérdida repentina del empleo, el desperfecto de nuestro automóvil… las emergencias pueden ocurrir en cualquier momento y aunque todos lo sabemos, ¿cuántos realmente nos encontramos capacitados para hacerle frente a una situación de esta índole?
Un ahorro de emergencias consiste en readecuar el consumo actual, para disponer de una cantidad de dinero en forma regular con el fin de sufragar eventos imprevistos, que me ayudarán a hacerle frente a esa necesidad sin tener que endeudarme.
La cooperativa de ahorro y crédito, Coopeservidores, como parte de su Programa de Educación Financiera (PEC) pone a su alcance los puntos más importantes para que usted también pueda planificar y tener ahorros dedicados para las emergencias de su familia.
El ahorro es primordial: es importante ahorrar, aunque sea poco. Se recomienda que sea deducido del salario automáticamente o domiciliar una cuenta de ahorro para débito automático.
Rubros a considerar: eventos inesperados relacionados con la salud; un viaje imprevisto fuera del país; daños en artefactos eléctricos de primera necesidad como la cocina, la lavadora o la refrigeradora o si se dañó el vehículo. Arreglos del hogar ante desastres naturales o herramientas de trabajo de mi empresa.
Porcentaje del salario reservado para emergencia: recomendable un 10% de los ingresos totales. Lo importante es que sea consistente y no liquidarlo por otros gastos superfluos.
En qué no se debe gastar: no deben utilizarse para vacaciones no planificadas, fiestas con amigos o familiares, compras impulsivas de temporada y gastos personales.
Revisión del presupuesto: Se debe revisar cada vez que usted reciba sus ingresos, pues siempre es importante hacer un examen consciente y detallado de los gastos, cuáles son necesarios y cuáles no. Por ejemplo, determinar cuántos son los gastos fijos por semana y agregar un extra para gastos varios como un producto pequeño tipo un café.
Mejor manera de administrarlo: acudiendo a una entidad financiera regulada y supervisada, revisando los rendimientos que le pueden generar, determinando si alguna parte de ese fondo se puede ubicar en certificados a plazo que le generan un mayor interés y ahorrando la otra parte en ahorros a la vista, a los cuales se puedan acudir en cualquier momento.
¿Cuánto debería ahorrar?
El monto de su fondo de emergencia variará dependiendo de su estilo de vida, sus costos mensuales, sus ingresos y la cantidad de miembros en su familia.
La regla básica consiste en reservar por lo menos, el valor de tres a seis meses de gastos. Este monto puede parecer abrumador al principio, pero la idea es ahorrar una pequeña cantidad cada dos semanas hasta llegar a esa meta.
También sería conveniente que considerara la posibilidad de ajustar el monto de acuerdo con sus obligaciones de pago de cuentas, las necesidades de su familia, la estabilidad de su situación laboral u otros factores.
Recuerde que la idea del ahorro de emergencia es que no afecte el presupuesto ordinario que las familias deben llevar mensualmente y tampoco crear un desequilibrio financiero por gastos imprevistos. En caso de que las familias deseen realizar otro tipo de economía, se puede optar por el ahorro programado, que genera intereses según sea el fin: el pago del marchamo, la universidad o el ingreso a clases de los hijos.