Durante tres meses el costarricense Julián Sancho vivirá una atmósfera perfecta en una de las mejores academias de judo de Brasil, donde el nacional espera acumular experiencia y madures de cara a sus participaciones internacionales.
Ubicada en la ciudad de Sao Paolo, el Club Proyecto Futuro será la casa Sancho, donde el alajuelense, actual número uno del Ranking Mundial Juvenil en la categoría -66 kilos se entrenará dos veces al día tutelado por tres profesores a 50 jóvenes alumnos brasileños.
“Mi día de lunes a viernes es estar en el Club. Por las mañanas acudo a desayunar y ya a las 2 p.m. inicia la primera práctica, descansamos tres horas para volver a las 7 p.m al tatami, donde cada entrenamiento dura 2 horas 30 minutos, luego a las duchas, cenar y reposar para tener la misma entrega al día siguiente”, menciona Julián desde Sao Paolo vía correo electrónico.
Sumando ya su segunda semana en tierras brasileñas, Sancho se califica como un “fiebre del judo”, pues siempre está deseando luchar sobre el tatami.
“En cualquier deporte, uno entrena para salir a la cancha y en mi caso yo ya quiero estar luchando, soy un fiebre del judo, me pican las manos y ya quiero competir aunque sea un torneo amistoso contra otras academias locales de Sao Paolo”, destacó Sancho, quien precisamente el fin de semana anterior vio acción en suelo brasileño.
Sobre esos eventos de carácter oficial Julián espera estar presente en el Panamericano Mayor de Judo que se efectuará en el mes de julio, en la capital de El Salvador.
“Los torneos a corto plazo son el Panamericano Mayor que se efectuará este año en Centroamérica y luego para el mes de agosto competir en los Juegos Olímpicos de la Juventud que se efectuarán en Nanjing (China), donde espero estar en gran forma física y espiritual”, señala Sancho.
Sobre sus días libres, explica que son los fines de semana –mientras no tengan torneos—donde el tico sale con un grupo de “nuevos amigos”, quienes gustan ir a caminar por La Avenida Paulista, acudir a un parque cercano donde va mucha gente y sin duda comer, pues su apetito de adolescente así lo demanda.
“Yo sigo al pie de la letra mi nutrición, pero me gusta mucho salir a comer con mis amigos. Ellos no me hablan en español, todo es en portugués, la idea de ellos es que yo pueda salir de acá hablando su idioma, me gustaría aprender”, confirma el judoca.
Por las noches, Julián asegura que en su habitación lee mucho y que día a día se comunica -con su computadora- con sus padres y hermanos (todos judocas).
Y sobre el Mundial de Fútbol que se efectuará en Brasil, Julián recalca que el ambiente en Sao Paolo es visible por donde quiera que va.
“Del mundial de fútbol se habla en muchos sitios, mis amigos dicen que será un fiestón, pero cuando uno es judoca, piensa que la fiesta esta de su lado”, destaca el número uno del ranking Mundial Juvenil de -66 kilogramos.