Jóvenes entre 17 y 25 años que viven en condición de vulnerabilidad de los cantones costeros de Aguirre y Osa tendrán la oportunidad de retomar sus estudios, capacitarse para adquirir un trabajo y desarrollar proyectos productivos para mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
A través del proyecto “Emprendiendo para una vida sin violencia”, decenas de jóvenes de estas comunidades mejorarán sus condiciones de vida a la vez que implementarán acciones para vivir sin violencia y mejorar la seguridad ciudadana de sus comunidades.
Los jóvenes son ampliamente afectados por eventos en los que media la violencia, siendo víctimas como victimarios. Durante los últimos años el número de jóvenes víctimas de homicidios dolosos ha incrementado. En el 2015 el 40% de las víctimas por homicidios tenía entre 18 y 29 años.
Aunado a lo anterior, la deserción colegial es superior a la escolar, siendo que por cada escolar que deserta se registraron seis colegiales en esas condiciones para el 2014, específicamente en el cantón de Osa la deserción escolar fue de un 21,3 y el cantón de Quepos de un 18,7 para el 2014.
Otro problema al que se enfrentan las personas jóvenes es la falta de estudio o trabajo, actualmente cerca de la mitad de los desocupados en ambos cantones se encuentran entre los 12 y 29 años, por lo que el proyecto pretende mejorar sus capacidades para insertarse laboral y económicamente en la sociedad.
El proyecto, que es impulsado por el Gobierno de Costa Rica junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Sistema de Integración Centroamérica (SICA) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) dentro del programa regional “Seguridad Integral y Prevención de la Violencia que afecta a niños, niñas, adolescentes y jóvenes” dará oportunidades a los jóvenes de estas zonas de estudiar y a la vez acceder o reinsertarse en actividades económicas de sus comunidades.
Alice Shackelford, Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas y Representante del PNUD destacó que es fundamental articular la acción del Estado, el sector privado, la sociedad civil y la ciudadanía entorno a la solución de problemas de convivencia y de seguridad ciudadana, dando un especial énfasis a las poblaciones vulnerables como las mujeres y los hombres jóvenes de zonas rurales y garantizando los derechos humanos, el acceso a la educación, el trabajo y a vivir una vida libre de violencia, tal y como lo consiga la nueva agenda mundial de desarrollo, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
María Fullmen, Viceministra de Seguridad, expresó que “estamos trabajando en emprendimiento en jóvenes en condición de vulnerabilidad. Esto nos permitirá demostrar como desde un proyecto de vida diferente, podemos generar resultados positivos”.