Aprender de las prácticas agrícolas ancestrales de los territorios indígenas y facilitarles el acceso de nuevas tecnologías, es el propósito de un plan de trabajo que impulsa el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) con los indígenas bribris y cabécares, en Talamanca.
De esa manera el Ministerio pretende un aprendizaje de doble vía, a la vez que se mejoran las condiciones de productividad en esa región del país. Dentro de los objetivos de este plan de acción figuran el fortalecimiento de las iniciativas familiares para mejorar su economía, el rescate de semillas tradicionales en procura de garantizar la soberanía alimentaria y la protección del medio ambiente.
Por su parte, el Ministro de Agricultura y Ganadería, Luis Felipe Arauz Cavallini, dijo que se ha venido realizando un trabajo compartido que permite avanzar en un plan de acción que, por un lado, posibilita el rescate e impulso del modelo productivo ancestral de estos pueblos, a la vez que se les acerca a nuevas tecnologías en procura de que mejoren su producción.
“Este modelo se desarrolla en apego al respeto hacia el ambiente y la naturaleza, como es propio de nuestros antepasados indígenas”, declaró el jerarca y agregó que muchas de las prácticas que ahora se recomiendan para adaptar la agricultura tradicional al cambio climático, nuestros indígenas las han puesto en práctica por cientos de años.
El cacao, ejemplo exitoso
El cultivo del cacao es un excelente ejemplo de lo que se puede alcanzar mediante este trabajo armonizado que se viene realizando, ya que se trata de un producto fundamental en la cultura de los talamanqueños.
Por esa razón, mediante el Programa Sixaola, ejecutado por el MAG con recursos financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se realizó una inversión superior a los ¢1.100 millones para contribuir con el arraigo y fortalecimiento del sistema de producción de cacao asociado con otros cultivos y forestales, para garantizar la sostenibilidad ambiental y disminuir la vulnerabilidad de la zona.
El Programa Sixaola realizó un inversión superior a los ¢1.8 millones por productor, a quienes se les entregó herramientas, equipo, insumos orgánicos (para un año) y plantas de cacao.
El Programa Sixaola, que inició desde 2012, continuará brindando asistencia técnica para la producción de cacao agroforestal hasta el 2018, mediante la contratación de 19 promotores y técnicos, quienes dan seguimiento a los grupos beneficiados. Además, se trabaja con 29 organizaciones, con 791 productores y se abarcan aproximadamente 556.5 hectáreas de plantaciones de cacao.
Es importante destacar que los 19 profesionales contratados son de Talamanca, la mayoría de ellos indígenas, con el fin de apoyar la dinamización de la economía local, a la vez que se respetan las prácticas culturales en la producción de cacao.