Menor posibilidad de morir y de sufrir complicaciones durante la realización de una cirugía cardíaca, probabilidad que se equipara a la de países desarrollados, e incluso la supera en algunos casos. Esta es en síntesis la principal conclusión que arrojó el estudio realizado por médicos del servicio de Cirugía de Tórax del hospital México, durante los meses comprendidos entre octubre del 2016 y noviembre del 2017 y que fue publicado recientemente en la Revista “Acta Médica”, el medio escrito de más renombre en el ámbito médico de Costa Rica.
Para el doctor Edgar Méndez, jefe del Departamento de Cirugía de este centro médico, y además cirujano cardiovascular que participó del estudio, estos resultados colocan la cirugía cardíaca de nuestro país en un lugar de mucho prestigio en el ámbito internacional, que reflejan no sólo la calidad de las cirugías como tal, sino también los cuidados tanto durante los procedimientos como los posoperatorios. Es el resultado de décadas de formación de especialistas y de la inversión realizada por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Si bien, los procedimientos realizados por la cardiología intervencionista permiten ahora la resolución de diversos problemas del corazón sin necesidad de cirugía, las cirugías cardíacas o “a corazón abierto” siguen representando el principal procedimiento mediante el cual se resuelven diversas enfermedades cardiovasculares. Por año sólo este hospital nacional realiza en promedio 150 cirugías de esta índole a pacientes que en general presentan problemas en las válvulas y en las arterias de su corazón.
De acuerdo con el doctor Fernando Zeledón, especialista en medicina extracorpórea y parte del equipo investigador, debido a la complejidad que reviste la cirugía cardíaca, la mortalidad y las complicaciones originadas a partir de estos procedimientos no pueden estimarse con números absolutos, sino que, para hacerlo se hace mediante la utilización de escalas conocidas como EuroSCORE I y EuroSCORE II. Estas escalas, que en realidad son un sistema de evaluación de riesgo, fueron elaboradas a partir de estudios realizados en 154 hospitales de 43 países alrededor del mundo y en más de 20 000 pacientes, de los cuales se incluyeron factores de riesgo que fueran medibles objetivamente.
Estas escalas contemplan tanto la calidad de la cirugía, como los cuidados brindados a cada paciente durante la misma y posterior a ella, además de incorporar todos los factores de riesgo que tenga cada paciente. Es decir, se trata de un sistema que permite realizar una estimación o predicción de la probabilidad de muerte o de sufrir complicaciones de un paciente que se somete a una cirugía de corazón, considerando cómo se desarrolla el procedimiento en sí y los factores de riesgo que tenga el paciente. Entre mayor sean los indicadores del EuroSCORE, así mayor será la probabilidad de que un paciente fallezca o se complique durante o después de realizarse una cirugía cardíaca.
Estudio demostró que mortalidad obtenida está por debajo de la esperada
El estudio en cuestión tuvo una muestra de 104 pacientes que se sometieron a cirugía cardíaca de forma electiva en el hospital México y que requirieron circulación extracorpórea, es decir permanecer conectados a una máquina que realiza la función del corazón y el pulmón mientras estos órganos permanecen detenidos y se lleva a cabo la cirugía.
Según el doctor Zeledón, uno de los objetivos que buscaba el estudio realizado en este centro médico, era precisamente comparar la escala de EuroSCORE, es decir la probabilidad de morir o complicarse durante o después de la cirugía de cada uno de esos 104 pacientes que formaron parte de la revisión, con los resultados reales obtenidos en cada uno de ellos.
Es aquí donde esos hallazgos arrojaron información fundamental que llevó a evidenciar no sólo la calidad de los procedimientos realizados, sino además la calidad de los cuidados posoperatorios que reciben estos pacientes, pues las escalas de EuroSCORE calculadas, según la complejidad de cada cirugía y los factores de riesgo de cada paciente, fueron más altas que los resultados reales obtenidos en los pacientes. Es decir, la mortalidad real obtenida fue mucho más baja que la esperada según estas escalas de predicción.
En la muestra analizada se evidenció que alrededor del 41 % de los pacientes intervenidos presentaban patologías complejas, con tiempos de pinzamiento aórtico (TPA) mayor a 100 minutos, es decir, el tiempo que permanece el corazón sin recibir sangre y en circulación extracorpórea. Entre mayores son estos tiempos, mayor es la probabilidad de complicaciones y de muerte en el paciente, no obstante, en el caso del estudio realizado en el hospital México, se obtuvieron cifras de mortalidad real, muy por debajo de lo esperado,
Con el EuroSCORE I la mortalidad esperada era de 4.21 %, mientras que con el EuroSCORE II era de 2.37 %, sin embargo, la mortalidad real obtenida fue sólo de 1.92 %.
De acuerdo con ambos especialistas, los resultados obtenidos sólo pueden ser explicados a partir de la experiencia recogida por el personal que interviene en las cirugías, lo que permite una cirugía de altísima calidad quirúrgica donde se vigila y controlan con rigor todas las variables fisiológicas del paciente y luego por los cuidados que reciben estos pacientes durante la etapa postoperatoria en la que interviene todo un equipo de profesionales en distintas áreas y especialidades, además de los cirujanos cardiovasculares, anestesiólogos y especialistas en medicina extracorpórea, como el personal de enfermería, cardiología, terapia intensiva, terapia física, entre otros. Este abordaje en general refleja el nivel de atención que reciben, producto de nuestro sistema de Seguridad Social.