En una clara muestra por mejorar las condiciones de atención, el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología puso a disposición de los familiares de un paciente fallecido una estancia de velación, con el objetivo de que los deudos cuenten con un lugar privado en tan sentido acontecimiento.
“Se trata de un momento muy íntimo donde los familiares de una persona que haya fallecido, en las instalaciones de ese centro médico, puedan tener un espacio especial, donde haya silencio, paz y privacidad para que junto a sus parientes y amigos más cercanos recuerden a su ser querido que dejó ya la vida terrenal. No me cabe duda que esta estancia que estamos inaugurando se convertirá en un andén de respeto y silencio para liberar la angustia que siempre presupone la partida de un ser querido”, afirma Ileana Balmaceda, presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
La obra fue financiada por la Asociación Pro Hospital Geriátrico ( APRONAGE) con recursos provenientes de la Junta de Protección Social (JPS); tuvo un costo de ¢36.6 millones y un área de construcción de 40 metros cuadrados. Esta estancia de velación tiene dos ambientes lo que permite que permanezcan allí al menos dos cuerpos simultáneamente.
En el lugar los familiares tienen las comodidades que el caso amerita, como baño privado, sitio exclusivo donde la carroza fúnebre puede ingresar por la puerta oeste del hospital sin ningún contratiempo y que está alejado de la rutina, el trajín y el ambiente hospitalario.
Según el director del Hospital Nacional de Geriatría, Fernando Morales Martínez, “de esta forma el hospital se compromete y completa el ciclo de atención”.