1.601 horas de experiencia espacial, de las cuales 19 horas y media fueron en caminatas, y siete misiones tras 25 años de experiencia en la NASA confirman que el costarricense Franklin Chang Díaz vivió más en órbita que en el Planeta Tierra.
Sus pasos académicos los dio en el Colegio De La Salle (1967), escuela preparatoria Hartford en Hartford, Connecticut (1969), y la Universidad de Connecticut, en la cual consiguió el título en Ingeniería Mecánica (1973).
Para 19977 obtuvo el doctorado en Ingeniería nuclear por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Su investigación doctoral se basó en la tecnología de fusión y propulsión a chorro basada en plasma.
Actualmente dirige Ad Astra Rocket Company, un laboratorio que busca construir un motor de plasma para viajar a Marte en solo 39 días, todo un logro, pues con motores de química tradicionales se estima que dicha misión tardaría cerca de 6 meses.
Chang Díaz atendió al Periódico Pura Vida para dejar claro que la grandeza del ser humano se sustenta en la humildad.
- Usted se convirtió en astronauta en agosto de 1981, pero, ¿dónde nació ese sueño y lo más relevante, cómo lo hizo realidad?
Nace en el seno de San José, en Plaza González Víquez. En octubre del 57, cuando la entonces Unión Soviética lanzó el primer satélite artificial de la Tierra, el Sputnik 1 (4 de octubre) la humanidad cambió, pues era la primera vez que un objeto orbitaba la Tierra. Todo niño, todo el mundo, vio esa pequeña estrellita, porque era la única que se movía. Todo esto cautivó a muchos niños y yo fui uno de ellos. ¡Quería volar!. En ese entonces en Costa Rica no había televisión, pero en Radio Citi había un programa que se llamaba Luis Dragón: el Conquistador del Espacio, y los chiquillos nos sentábamos a escuchar sobre el espacio, y nos imaginábamos lo que pasaba. Ahí todos éramos exploradores espaciales. Nos metíamos en cajas de cartón, metíamos sillas, teníamos radios y artefactos viejos, nos metíamos a hacer la cuenta regresiva y explorábamos el Planeta.
- ¿Recomienda soñar entonces?
La primera misión en 1986, en el Transportador Columbia, estaba amarrado en cabina y me dije: ‘yo ya hice esto hace muchos años’. Creo que todos los chiquillos vienen de fábrica con ilusión e imaginación, y es importante que no les quiten esa ilusión, hay que dejarlos soñar. Los padres de familia y los maestros deben ver la importancia de que los niños sueñen, claro con trabajo y disciplina, pero sí que no les apaguen sus sueños.
- ¿Es cierto que no sabía inglés cuando se fue a Estados Unidos?
Me fui en el 68, terminé el colegio y me fui con 150 colones en el bolsillo, no sabía hablar inglés, y mi papá, con toda la sabiduría de estos señores, solo me dio el boleto de ida porque sabía que si me daba el de regreso efectivamente me venía. Me dijo: ‘si usted realmente ocupa venirse me dice, pero quiero que usted luche’. Fue algo con mucha sabiduría. Uno se siente muy solo y con todas las dificultades, pero gracias a Dios y mis amigos, porque siempre hay alguien que te ayuda, pude salir adelante.
- ¿Era extraño que alguien de un país pequeño estuviera ahí?
Estados Unidos es un país acostumbrado a los emigrantes, y como país vive de esa oportunidad, es una nación muy ordenada y con una estructura de justicia muy buena. Entonces empecé a esforzarme, estudié inglés, me gradué, me fue bien, me dieron beca. Estudié física e ingeniería mecánica. La gente no le importa de dónde viene uno, solo las capacidades y destrezas, y así te permiten competir. En el 77 me hice norteamericano y eso me permitió postularme para ser astronauta, para lo cual competí, éramos 3600 aspirantes y terminamos 19 en el año 80. Ahí entrenábamos y ya en 1986 hice mi primer vuelo. Ahora estoy escribiendo un libro sobre todas esa anécdotas, voy como por la mitad, espero a finales de año ya terminarlo.
- ¿Cuál viaje le marcó más?
Es difícil escoger, pero el primero es el que más importa, ‘diay’ es el primero, uno nunca ha hecho eso, es un impacto muy grande entrar en orbita y ver por una ventanilla el esplendor del Planeta.
- ¿Alguna anécdota especial?
En el segundo vuelo, casi abortamos el lanzamiento. Estábamos a muy alta velocidad y un desperfecto en el sistema de enfriamiento nos puso en alerta, en segundos rescatamos el problema, si no hubiéramos caído específicamente en Senegal, no me hubiera imaginado lo que pensaría la gente y lo aterrorizados que se hubieran puesto.
- Siempre la bandera de CR en cada viaje
Uno como tico nunca deja de ser tico. Aunque me siento más un ciudadano del mundo, mi corazón está en Costa Rica, por eso siempre la banderita estuvo ahí. Pero también quiero a los Estados Unidos, para mí es como tener dos mamás, aunque uno sea grandote y otro chiquito, me siento entre ese sentimiento.
- ¿Qué piensan realmente de Costa Rica en otras latitudes?
Nos respetan mucho, cada vez que se habla de Costa Rica nos ponen por los cielos. La gente se da cuenta de que Costa Rica es un oasis de paz, y reconocen como el país ha tomado decisiones tan importantes como eliminar el ejército en tiempos de guerra fría, era algo ilógico. Además, admiran mucho el énfasis en educación que ponemos. A pesar de todo lo que se diga, la educación costarricense es excelente, aunque no por eso significa que debemos dejar de trabajar.
- ¿Qué tan difícil fue decidir retirarse de la NASA en 2005?
Mucho, fue un cuarto de siglo como astronauta y pues a esa agencia la quiero mucho, hizo mis sueños realidad, pero bueno, es un capítulo más y ahora se abre otro acá en Costa Rica, con muchachos que incluso ya van para la NASA, vamos en esa dirección, es importante que vean nuestra juventud, que Costa Rica va para arriba.
- Le siguen recordando, Barack Obama habla bien de usted y su participación en la NASA.
Estoy muy orgulloso, me siento agradecido con tanta gente que me ha ayudado a salir adelante.
- Múltiples reconocimientos: Medalla de Libertad por parte del ex presidente estadounidense, Ronald Reagan; Medalla de Excelencia del Congressional Hispanic Caucus; Cruz de la Fuerza Aérea de Venezuela; en fin, ¿se acostumbra?
Uno nunca se acostumbra, esa popularidad a raíz de lo que se haga, pero para eso debo decir que nunca estaba preparado. Lo único que puedo hacer es acercarme a los chiquillos y decirles: ‘si yo puedo hacerlo, ustedes también’; porque la gente cree como que uno es muy inteligente, y yo no soy inteligente, pero sí testarudo, lucho por la cosas.
- Mucho carisma y labores humanas. Usted trabajó por dos años y medio en un centro residencial comunitario para pacientes con problemas mentales y ahora a Liberia le tiende la mano.
Me interesa la gente, acá en Liberia, por ejemplo, estoy metido en la sociedad para decirle a la gente que no se acostumbre a la pobresa, porque además considero que esta debe ser transitoria. Reconozco que es difícil porque la gente siempre dice así es la vida, entonces se acostumbran a capear los huecos en lugar de ver que si uno quisiera los puede arreglar.
- ¿Dónde radica el éxito?
Realmente tiene un componente fuerte de persistencia; ser testarudo, no darse por vencido y tratar de ayudar a los demás, dejar migajas por todo el mundo, y usted todo lo que siembre lo recoge. Nadie llega a ningún lugar sin la ayuda de otro.
- ¿Cómo ve la actual Costa Rica?
Llena de posibilidades. Nosotros, por ejemplo, trabajamos el proyecto Siglo XXI para transformar a Costa Rica en un país de primer mundo de aquí al 2050. Para ello hay que dar énfasis en la educación y poner los pies en el área de infraestructura. Enfocarnos en la educación y darle mantenimiento, quizás con una actualización. Primero hay que ordenar la casa, luego la comunidad, luego el país, luego el continente, y luego el mundo, hay que ir paso a paso. Invertir en la juventud es un buen negocio, van a ser lo que lleven la antorcha en un futuro.
- ¿Cuáles son las fortalezas de Costa Rica?
Somos un país muy educado, a lo mejor en ocasiones demasiado legalista, a veces unas leyes se tropiezan con otras y perdemos mucho tiempo en desenredarlas. Es decir, nos tropezamos muchas veces en nuestra misma democracia, entonces caemos como en una burocracia y atrasamos las cosas.
- El motor de Plasma no es de ahora sino de hace mucho, ¿cierto?
Empecé mis estudios en esta materia en 1970, desde ahí ha habido muchos cambios y desarrollos, es un área importante.
- ¿El ser humano y Marte?
Sí claro, ya se han enviado vehículos, no solo a Marte, pero llegará el día en el que el ser humano pise Marte, yo digo que esa persona ya nació y debe tener como unos quince años de edad.
- ¿Un tico?
Puede ser un tico, no hay que decir que no.
- ¿Le interesaría ingresar a la política?
No, fíjese que no, una política en la familia es suficiente, mi hija es senadora en Masachusetts (Sonia Chang Díaz).
- ¿Mejor lo privado para sus funciones?
Desde donde estoy ayudo al país, estimo que tengo más capacidad de ayudar, es más practico, más directo, menos burocrático -por decirlo de alguna manera- y más eficiente.
- ¿Y ahora con que sueña?
Sueño con tener terminado el motor de plasma y poner la bandera de Costa Rica en el puro centro espacial y ver que en Costa Rica sí podemos.
- Mensaje a los lectores del Periódico Pura Vida.
Le digo a la gente que todos somos astronautas y todos vamos en una nave que se llama Planeta, y si la echamos a perder nos quedamos sin nave, de ahí lo importante de que lo cuidemos.