El director ejecutivo del Fondo Verde del Clima, Yannick Glemarec, reconoció el proyecto del tren eléctrico interurbano que impulsa el gobierno de Costa Rica como una iniciativa transformacional para la ciudad y un modelo de movilidad sostenible de intermodalidad para toda la población.
Así lo dio a conocer el miércoles 03 de noviembre el jerarca en el marco de la cumbre climática (COP26), que se desarrolla en Glasgow, Escocia.
Glemarec indicó que la iniciativa, que es el proyecto más grande financiado por el Fondo Verde del Clima, busca ser un modelo para ser replicado en otras regiones del mundo a fin de lograr el camino de la descarbonización global. «Por ejemplo, el proyecto tomó en consideración el impacto de género. Las mujeres tienden a utilizar el transporte de dos a tres veces más que los hombres y a menudo olvidamos que estos principales clientes tienen necesidades muy específicas en términos de transporte», comentó.
«Y aquí teníamos un proyecto que toma todas estas consideraciones en cuenta», expresó el director ejecutivo al tiempo que señaló que el Fondo Verde del Clima fue invitado a cofinanciar la iniciativa del tren eléctrico. «Decidimos brindar esta contribución porque estos proyectos se entregan a tiempo y según lo programado. Sin duda tendremos un modelo para el resto del mundo en muchos países diferentes», acotó.
El Fondo Verde del Clima, creado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, es un mecanismo que busca ayudar a los países en desarrollo en prácticas de adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos.
Precisamente, en julio anterior el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (INCOFER) y el Banco Centroamericano de Desarrollo (BCIE) anunciaron la aprobación por parte del Fondo Verde del Clima para el Proyecto de Tren Eléctrico de Pasajeros de un financiamiento por $271.3 millones, de los cuales $250 millones son para financiar parte de los $550 millones del BCIE (a 40 años, con 10 años de gracia, a un 0.%).
Los otros $21.3 millones serán donados por el Fondo Verde del Clima para hacer proyectos de desarrollo orientado al transporte (DOT), entre los que se plantea, por ejemplo, la implementación de ciclovías conectadas con estaciones de trenes.