Muchos son los factores que llevan a la melancolía en una época del año que casi todo el mundo recuerda como mágica en épocas remotas, sobre todo durante la infancia.
La causa principal reside en crearse unas expectativas demasiado altas. Si existen problemas diversos, como una excesiva carga de trabajo, pérdidas de todo tipo, etc., pero se piensa en la Navidad como una época de desahogo en la que se van a poder aparcar las obligaciones y cargas, y habrá diversión desbordada, pero cuando llegue el momento se tendrá la sensación de que nada es tan tremendamente genial como se pensaba que iba a ser.
Cuando se ha sufrido la pérdida de seres queridos, en Navidad se tiende a recordar los buenos tiempos pasados con esas personas. Aparecerá un sentimiento de nostalgia que deja a cada uno sin ánimo para pasarlo bien.
Cuando existe un problema de soledad, la necesidad de estar acompañado aumenta en esta época, en la que se supone que se debe estar con familiares y amigos. Aquéllos que se hayan visto obligados a trasladarse lejos, por trabajo o estudios, y no puedan volver con los suyos por las razones que sean, se sentirán especialmente mal.
Consejos para esta Navidad
En primer lugar, si uno está triste, es bueno reflexionar para tratar de esclarecer el motivo que le ha llevado a este estado. De esta forma, se habrá dado el primer paso para tratar de solucionarlo.
No creas que la navidad es el fin de tu vida. Míralo más bien como una oportunidad para empezar de nuevo y tratar de solucionar tus problemas emocionales y vivir una vida mejor. Ilusiónate con la llegada del nuevo año.
Revisa tu interior y sincérate contigo, y piensa en que puedes hacer para arreglar algunos aspectos de tu vida. No le eches la culpa a otras personas puedes tener conductas erradas que te están limitando y en lugar de estar alimentando pensamientos derrotistas sustitúyelos por pensamientos constructivos.
Enfócate en lo positivo que tienes en la vida y no en lo que ya perdiste. Piensa que la vida cambia y todos atravesamos por sufrimientos y alegrías y nadie tiene una vida perfecta, ni siquiera el que cree tenerlo todo.
Procura hacer ejercicio y no te sobrepases con la comida y la bebida pues eso te hará sentirte peor. Disfruta de fiestas que te inviten pero sin excederte. Busca hacer una actividad que te llene plenamente como ayudar en un asilo de ancianitos, un albergue para mujeres abusadas o en un orfanatorio.
Elige con quién compartir las Fiestas. Privilegia tus afectos más sinceros. Si no tienes a ningún familiar cerca, siempre hay algún vecino, algún lugar público o comunidad donde se puede pasar las Fiestas en compañía.
No es necesario gastar todo el aguinaldo en diciembre. Si tienes pocos recursos, es el momento ideal para poner toda tu creatividad en campaña. Una idea es reutilizar materiales a través de una actividad artística para crear regalos únicos y originales.
Concéntrate en tus propios propósitos. El Fin de Año nos expone a muchas exigencias, pero no debemos ceder ante ellas. Procura guiarte por tus propios propósitos, haciendo lo que te gusta de la mejor forma posible, con objetivos reales.