A partir de los 25-30 años, las células humanas empiezan a ver reducida gradualmente su capacidad de sintetizar colágeno, incluso al año podemos llegar a perder un 1,5% de colágeno tisular.
De los 40-50 años, los efectos de la pérdida de colágeno tisular ya son visibles: molestias y dolor articular (artrosis), pérdida de masa ósea (osteoporosis), arrugas y envejecimiento dérmico, entre muchos otros
El colágeno forma todas las estructuras del organismo, abarca desde articulaciones, piel, tendones, cartílagos y ligamentos y además todos nuestros órganos utilizan esta proteína para un buen funcionamiento del cuerpo en general.
Esta pérdida también puede producirse tempranamente en los tejidos articulares y músculos tendinosos de los deportistas o personas que practican ejercicio físico regularmente, ya que han sometido estos tejidos a un desgaste excesivo y prematuro. También tienen este origen muchas de las gonartrosis características de las personas obesas, por la presión excesiva que el sobrepeso comporta para la rodilla.
En los grupos de riesgo que hemos citado (personas a partir de 40-45 años, deportistas, quienes practican ejercicio físico regularmente o personas con sobrepeso) el aporte, vía oral, de los aminoácidos propios del colágeno, facilita a las células generadoras de tejido colaginoso la labor de transformar aminoácidos procedentes de otras proteínas en los aminoácidos propios del colágeno, que estas células necesitan para elaborar colágeno. La radiación ultravioleta del sol activa enzimas capaces de degradarlo, y su cantidad se ve afectada por dietas deficientes, el tabaco, y el consumo de alcohol.
A protegerse
Cada vez más son las personas que utilizan más colágeno en soluciones tópicas como cremas, sin embargo y según los especialistas, implementarlo de esta forma no suple la pérdida de manera total por lo que lo recomendable es complementar con capsulas, pastillas o polvos disueltos en líquidos que sin duda serán un gran aliado.
El Colágeno Marino Collmar por ejemplo es de los mejores en el mercado, ya que, al ser extraído de los animales del mar, múltiples estudios han demostrado que el cuerpo tiende a absorberlo de una mejor manera pues es el que se asimila más; este es el que dejamos de producir naturalmente.
De acuerdo con la Dra. Blanca Mendoza lo recomendable es que las personas empiecen a suplementar esta proteína a partir de los 25 años que es cuando se empieza a perder gradualmente dentro del cuerpo. Justamente para coadyuvar a la población, la compañía Drasanvi, incorpora en casi todas las presentaciones 10 gramos de colágeno marino hidrolizado, que representa el 17% de la ingesta diaria de proteínas recomendada por la Organización Mundial de la Salud, así que diariamente se necesita consumir esta cantidad estipulada.
Mantener los niveles de esta proteína contribuye a la disminución de enfermedades como la osteoporosis, artrosis, ayuda a la regeneración de los músculos y al buen funcionamiento del intestino. Además, mejora la elasticidad de la piel, reduce las arrugas y contribuye a la hidratación.
La Dra. Mendoza agregó que dependiendo de las necesidades de las personas puede cambiar el tipo de colágeno que consuman, por ejemplo, para los adultos mayores es mejor utilizar uno especializado en los huesos, pues en esta edad es cuando más problemas se ven en esta área. Mencionó que además en Drasanvi, todos los tipos de colágeno incluyen ácido hialurónico que fortalece los beneficios de regeneración de las células en la piel.
Para conocer sobre este y más productos de Drasanvi puede ingresar al enlace: https://drasanvi.com/productos