Este miércoles 30 de marzo se llevó a cabo en la vereda del corredor vial Bajos de Chilamate-Vuelta Kooper en San Carlos, la siembra simbólica de los primeros árboles de un total de 2.514 que conforman el bosque “Huella Amarilla”, financiado por clientes de EPA por medio de su programa “Ayudar es Sencillo”.
Este bosque se une a otros doce creados dentro de Huella del Futuro, iniciativa mediante la cual el gobierno de la República, a través de la Primera Vicepresidencia, ha agrupado a diversos socios públicos y privados con el objetivo de reverdecer la Zona Norte del país y reactivar su economía.
El evento, realizado en Las Delicias de Aguas Zarcas en San Carlos, contó con la participación de la presidenta de la República en ejercicio, Epsy Campbell; la alcaldesa de San Carlos, Karol Salas; la coordinadora de la Iniciativa Finanzas para la Biodiversidad, Ana Lucía Orozco; el presidente de Asociación Comisión de Desarrollo Forestal de San Carlos, Néstor Baltodano; representantes y clientes de EPA, entre otros.
“Agradecemos a EPA y a todos sus clientes por su compromiso con la conservación del medio ambiente. Con su aporte no solo ayudan al aumento de la cobertura forestal en la Zona Norte sino también a su reactivación económica. “Huella Amarilla” es un gran ejemplo de lo que se logra mediante las alianzas público-privadas”, dijo la presidenta de la República en ejercicio y coordinadora del Programa Franja de Desarrollo de la Zona Norte, Epsy Campbell.
“Estamos muy orgullosos de ser parte de un proyecto que tiene un impacto positivo en materia económica y ambiental para la Zona Norte. Gracias a las donaciones de nuestros clientes el bosque “Huella Amarilla” es una realidad y nuestro compromiso es darle mantenimiento por cinco años”, dijo Andrea Aguilar, jefe de Iniciativa Comunitaria de EPA.
“Las alianzas público-privadas representan un modelo de trabajo en el cual los actores se complementan en la participación y aportes innovadores, lo cual genera mayor impacto en el logro de las metas de trabajo y progreso hacia los objetivos de desarrollo sostenible en lo ambiental, económico y social”, concluyó Ana Lucía Orozco, coordinadora de la Iniciativa BIOFIN del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Este nuevo bosque generará una serie de beneficios ambientales y sociales para la población, pues supone un área de belleza escénica, así como también la restauración de paisajes degradados y la reducción de la vulnerabilidad del cambio climático. Como especie icónica del bosque figura el Corteza Amarillo, un imponente árbol característico de la Zona Norte del país.
Sobre la iniciativa. Huella del Futuro fue creada en el marco de la celebración del bicentenario de independencia de Costa Rica y tiene por objetivo agrupar a socios de diversos ámbitos con miras a reverdecer la zona norte de Costa Rica, mediante la siembra de 200 000 árboles endémicos, florales, frutales y maderables, cifra que fue superada en octubre anterior, alcanzando alrededor de 300 000 árboles donados.
El proyecto pretende contribuir en aumentar la cobertura forestal a un 60% para el año 2030, así como combatir los efectos negativos del cambio climático. Este programa, además de velar por el mantenimiento de las especies durante cinco años, establece un mapa consultable en línea donde es posible visualizar el lugar donde ha sido sembrado cada árbol y otras informaciones.
La iniciativa fue gestada desde el gobierno de Costa Rica (Vicepresidencia, MINAE, FONAFIFO), la Fundación Banco Ambiental, la iniciativa Biofin del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y aliados estratégicos como las municipalidades de la zona norte, la Unión Europea, el Gobierno Federal Alemán en coordinación con la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), a través del Fondo de Desarrollo Verde, crearon la iniciativa Huella del Futuro
Invitamos a todas las personas, empresas, organizaciones que quieran ser parte del proyecto a ingresar a la página web www.huelladelfuturo.cr