Un manejo adecuado de la fertilización de los desechos del beneficiado que se destinan para abono orgánico del suelo, el uso conforme y la ejecución de prácticas de conservación del suelo, entre ellas, trazado de contorno, manejo de escorrentías superficiales por medio de acequias de ladera, canales de guardia, plantamiento de taludes y caminos y reforestación con especies forestales, hicieron que Coopronaranjo, R.L. recibiera un reconocimiento especial de parte del Ministerio de Agricultura y Ganadería, y del Ministerio de Ambiente y Energía.
Por las prácticas responsables con el ambiente que desarrolla esta organización de caficultores en la finca denominada Espíritu Santo, que además es un destino de turismo rural, donde los visitantes pueden aprender sobre el proceso del cultivo y procesamiento del café. Las prácticas fueron registradas y medidas por funcionarios del MAG y del Instituto Nacional de Investigación e Innovación de Tecnología Agropecuaria (INTA), con base en la Ley de Conservación de Suelos.
Las actividades en Coopronaranjo se enmarcaron en las celebraciones del Día Internacional de la Lucha contra la Degradación, Desertificación y Sequía, y del Año Internacional del Suelo y fueron organizadas por la Comisión Asesora sobre Degradación de Tierras, comisión técnica del MAG y del MINAE, y por la Asociación Costarricense de la Ciencia del Suelo.
Coopronaranjo ostenta otros reconocimientos y certificaciones internacionales, entre ellas de Rainforest Alliance y Starbucks Coffe, y procuran alcanzar pronto la certificación de carbono neutralidad.
En abril del 2012, todos los países de América en el marco del XIX Congreso Latinoamericano de la Ciencia del Suelo, declararon a los suelos latinoamericanos «un bien común en todas las naciones del continente», compromiso que se ratificó frente al país y los países hermanos reconocen el papel fundamental del suelo sobre la vida humana en términos de la producción de alimentos, fibras y energía.
El suelo es un recurso natural finito y frágil que está en un acelerado proceso de deterioro, producto de su inadecuado manejo y falta de protección, es necesario hacer del conocimiento de la población la base sólida que el suelo desempeña para la sobrevivencia de la vida en el planeta.
La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, la degradación de los suelos y la Sequía, adoptada en Paris en 1994, fue ratificada por Costa Rica en 1997, tiene como objetivo primordial poner barreras a los procesos de desertificación y degradación de las tierras en el ámbito global.