Con el objetivo de mejorar las condiciones en que reciben atención en salud los habitantes de los territorios indígenas de Piedra Meza y Bajo Bley (Talamanca), la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) construirá, durante este año y el próximo, dos nuevas edificaciones en estas comunidades cabécares.
Según explicó el Dr. Mauricio Solano Corella, director del Área de Salud Talamanca, estas nuevas infraestructuras requerirán de una inversión cercana a los ¢700 millones cada una, para un total de ¢1.400 millones, y permitirán a los pobladores recibir atención integral en salud en instalaciones apropiadas para la prestación de servicios de salud.
“Las instalaciones actuales no reúnen las condiciones para brindar la consulta en cuanto al espacio, falta de servicios básicos como agua, ni cuentan con dormitorios para el personal”, dijo.
Las nuevas infraestructuras, según Solano, incorporarán elementos culturales propios de la población cabecar y contará con espacios para que aquellos asegurados que residan a largas distancias de los centros de salud, cosa común en el territorio indígena, puedan descansar previo al regreso a su hogar.
Si bien las nuevas sedes requerirán de una inversión presupuestada de ¢700 millones; el costo de estos proyectos podrá incrementarse debido a la necesidad de transportar los materiales de construcción vía aérea.
Gira y resultados
El personal del área de salud Talamanca realiza cuatro giras médicas a los territorios de la Alta Talamanca, en las que participan: médicos, enfermeras, técnicos de atención primaria, farmacéuticos y especialistas en medicina familiar.
Según el Dr. Solano Corella, durante la primera gira de 2016, que se realizó del 29 de febrero al 11 de este mes, se brindó atención en salud a 529 pacientes, entre los que destacan 129 niños y niñas menores de cinco años de edad; es decir, uno de cada cuatro consultantes se encontró en este grupo de edad.
A los menores, se les realizó un estudio minucioso de su crecimiento y desarrollo a partir de las tablas gráficas estándar validadas en el país, a fin de evaluar su condición nutricional.
La revisión arrojó que, del total de niños y niñas evaluados, solo uno de cada cuatro no presenta alteraciones en su relación de talla, peso y edad. Así, el 6,6% de los niños y niñas presenta alteraciones tanto en su peso y su talla de acuerdo con su edad y su relación peso – talla.
También se observó que el 33,9% de los niños y niñas presenta alteraciones tanto en su peso y en su talla de acuerdo con su edad, el 4,2% presenta alteraciones solo en el peso según su edad y el 31% solo en su talla de acuerdo a su edad.
“Estos resultados no implican que exista, necesariamente, un estado de desnutrición”, enfatizó el Doctor Solano, quien agregó que “cuando se estudia integralmente el tema de desnutrición intervienen también factores genéticos y estos debe ser evaluados según la etnia y los antecedentes familiares”.
El funcionario añadió que, dadas las condiciones geográficas de la zona, la mayoría de partos son atendidos en forma domiciliar, lo que dificulta el estudio del tema nutricional, pues –en la mayoría de los casos- no se poseen registros de peso y talla al nacer.
El médico adicionó que, si bien los datos no son concluyentes en el diagnóstico de desnutrición, si brindan “luces” de que existe un riesgo nutricional al que se le debe prestar especial atención.
Durante la gira, además, se atendió un parto, se mantuvo en observación cuatro niños que evolucionaron satisfactoriamente y se realizó el traslado a otros centros médicos -vía aérea- de otros tres niños.
Para el resto de este año se han planificado tres nuevas giras: entre los meses de mayo y junio, entre agosto y setiembre y, finalmente, entre el mes de noviembre e inicios de diciembre.
Las causas de consulta más frecuentes en el territorio Cabecar son las infecciones de vías respiratorias, las enfermedades diarreicas, la desnutrición proteicocalórica, las enfermedades parasitarias y las enfermedades de la piel.