Un grupo de policías de la Dirección del Servicio de Vigilancia Aérea (SVA), perteneciente al Ministerio de Seguridad Pública, al que se unieron oficiales de la Policía de Control de Drogas (PCD) y de la Unidad de Intervención Policial (UIP) incursionaron hasta diferentes zonas montañosas y de difícil acceso para llevar ayuda a los pobladores de las comunidades indígenas.
Esta visita forma parte del proyecto denominado: “Alas para crecer”, el cual es impulsado por los oficiales de Vigilancia Aérea. Tal y como lo indicó la oficial del SVA, Ismenia Romero, “dicha iniciativa nació hace cuatro años con la intención de ayudar a las comunidades indígenas, principalmente a quienes están en edad escolar para que cuenten con lo básico y continúen estudiando”.
Y es que Alas para crecer es una realidad que mueve a quienes trabajan para Vigilancia Aérea y también a sus amigos y aliados, los cuales decidieron unirse a la causa y patrocinar a los niños, niñas y adolescentes que viven en las zonas más alejadas del país. Igualmente, el proyecto consiguió llevar comida, ropa, cobijas y botas a las familias indígenas.
Aproximadamente 600 niños, niñas y adolescentes estudiantes de escuelitas ubicadas en las comunidades indígenas como: Tsiöbata, Grano de Oro, Chirripo, Xinöli, Köwa, Guayaba Yäkä, Jaktain, Tsipiri y Talamanca recibieron – de parte de los policías y sus padrinos – botas de hule nuevas, útiles escolares, salveques, regalos, cobijas, comida y hasta confites.
Un padre de familia dijo que el apoyo que dan es de mucha ayuda para ellos puesto que el adquirir las cosas para que sus hijos estudien es muy difícil. Además, el profesor unidocente de la escuelita de Tsiöbata, Víctor Méndez, destacó el trabajo de los policías e indicó que “Alas para crecer es un proyecto muy importante, pues los menores esperan la visita y agradecen la ayuda”.