Los cinco tenimesistas costarricenses que compitieron durante el año 2019 en tierras europeas nos comentaron lo importante que ha sido su experiencia en el viejo continente, para ellos el haber hecho el esfuerzo de trasladarse y durante más de tres meses participar en la Liga de la Segunda División de la Liga Española, Liga Nacional en Bulgaria y en la Liga británica les ayuda a mejorar mucho su técnica de cara a la temporada 2020.
Cada uno de ellos fueron sometidos a dinámicas de entrenamientos muy extensas en donde cada día de la semana tenía una dinámica diferente y en ocasiones los entrenamientos tenían una duración de cinco a ocho horas y en lugares en donde el clima en ocasiones era superior a los 35 grados y en otros enfrentaron temperaturas menores a los 10 grados por lo que en definitiva fue una gran experiencia para todos.
Todos ellos provienen de los procesos menores que han venido promoviendo diferentes clubes o cantones del nuestro país y que les han permitido llegar a ser parte de diferentes procesos de Ligas Menores de Selecciones Nacionales de la Federación Costarricense de Tenis de Mesa desde las categorías U-11, U-13, U-15 y U-18.
Mauricio Angulo Osorio jugó con el equipo RC LABRADORES y estudiante universitario la experiencia en España fue muy enriquecedora.
«Bastante buena, tanto a nivel deportivo como personal disfrute mucho la experiencia adquirida sé que me ayudará a futuro. El sistema de entrenamiento continuo, la falta de torneos, falta de liga, compromiso a los entrenamientos, la verdad no estamos lejos de eso, pero nos falta educación deportiva para poder equilibrar deporte, trabajo y estudios».
Por su parte, el joven Daniel Araya Aguilar reforzó al equipo DAMAS DEL ELCHE de la ciudad de Alicante e indica que su paso por España le permitió trabajar y mejorar sus debilidades.
«Mi entrenador era nigeriano que se llamaba Titus, él era atleta de selección en su país, estuvo en varios JJ.OO. y jugó contra los mejores del mundo, participó en el último mundial en París de veteranos logró llegar a cuartos de final. En este deporte he notado que el ritmo y la constancia que tienen a un atleta de alto nivel como lo vi en Europa, son las altas horas de entrenamiento y a la disciplina que se tiene. Para mí regresar invicto fue una de mis metas que logré, esto deja mucho de qué hablar acerca del nivel que se tiene y poder optar a una mayor división en el futuro».
También para el tenimesista Arturo Silesky quien tuvo la oportunidad de reforzar al equipo CLUB TENIS TAULA ALTEA, su experiencia en la tierra de la madre patria le sirvió para medir la diferencia entre el tenis de mesa de nuestra área con el de Europa.
«Esta experiencia me ayudó mucho a crecer deportivamente, ya que es un ambiente muy diferente, en el cual se compite a gran nivel todos los fines de semana, donde tienes diferentes motivantes para esforzarte aún más en cada entrenamiento, por lo que considero que me hizo crecer bastante tanto mental como físicamente.
¿Hay mucha diferencia entre Costa Rica y estos países o no tanta? Considero que la diferencia entre España y Costa Rica si es bastante amplia por muchísimos factores, desde el sistema de liga en la que se compite cada fin de semana, este sistema creo yo que es de los factores que más le suben el nivel a un país y nosotros no tenemos nada parecido, y desde luego los diferentes motivantes para un atleta ya que en España un atleta puede llegar a vivir del tenis de mesa, recibiendo un salario por parte del club para que dicha persona se enfoque sólo en su entrenamiento esto hace que el nivel incremente demasiado ya que los jugadores viven de ello y acá en Costa Rica no tenemos esos incentivos por lo que por ello considero que estamos muy atrás en nivel en comparación con otros países
En el caso de Víctor Ureña quien cuenta con 21 años y jugó a principio de la temporada 2019 con el equipo de HORTALEZA TM en los últimos tres años ha tenido la oportunidad de jugar en tres países Alemania, España y Bulgaria y ha tenido la oportunidad de experimentar las técnicas de atletas de esos países que le ha permitido ir definiendo su estilo de juego.
«En lo personal creo que si la hay. La organización y el profesionalismo es muy diferente. Se espera que este 2020 estos mismos jugadores puedan regresar a tierras europeas y se animen con la ayuda de sus padres, algún patrocinador o institución gubernamental y así seguir engrosando el grupo de jugadores extranjeros que juegan en Ligas Europeas».