Especialistas en nutrición de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) aseguraron que durante la Semana Santa, una persona saludable puede comer de todo, pero en cantidades apropiadas.
Si quiere conservar su peso, no se debe privar de consumir harinas, frutas, vegetales, carnes, quesos, huevos, azúcar o grasa, siempre que las cantidades sean acordes con las necesidades.
Según Maricruz Ramírez Di Leoni, nutricionista del programa de Promoción de la Salud de la CCSS, “el éxito de la correcta nutrición, consiste en comer lo necesario, pero también gastar lo conveniente. Tener el desayuno, una merienda a media mañana, almuerzo, una merienda a media tarde y cena y además realizar actividad física todos los días, ayudará a mantener un peso saludable, aún en Semana Santa”.
De acuerdo con la especialista durante este periodo muchas personas realizan viajes y paseos para disfrutar de las vacaciones, prefiriendo comer fuera de casa, sin embargo, a juicio es más beneficioso consumir alimentos frescos preparados en casa.
Tales preparaciones, aseguró, podrían saber más rico porque están hechas con amor, con tiempo y además, son comidas de buena calidad, con poca grasa y azúcar y con muchos olores y especias naturales.
Este periodo se debe de aprovechar para adoptar buenos hábitos de alimentación y dejar la vida sedentaria por una activa, llena de juegos y energía.
Durante la Semana Santa es común ver que se prefiera carnes blancas sobre las rojas, lo cual podría convertirse en un hábito saludable a mediano plazo. Recordó que se deben consumir no más de tres veces por semana carnes rojas, y las carnes blancas, como el pollo y pescado, consumirlos más de tres en una semana.
En la Semana Santa son famosas algunas preparaciones como el chiverre, el arroz con leche, las cajetas, las frutas rellenas y azucaradas. Estas preparaciones se pueden consumir, es importante no dejar de lado nuestras tradiciones a la hora de comer, pero al ser preparaciones altas en azúcar y grasa, se debe de restringir la cantidad de consumo.
Este tipo de preparación se debe consumir en porciones muy pequeñas y no más de una vez al día, de manera que la podamos aprovechar como un manjar pequeñito en el día y no como una merienda o como postres después de las comidas.
La nutricionista recomienda que entre comidas debe existir por lo menos tres horas de tiempo y recordó a la población consumir suficiente cantidad de líquido para ayudar a controlar el hambre y por consiguiente, la alimentación, “8 vasos de líquido al día, pero que 4 de ellos sean agua pura”, aclara.
Los cinco tiempos de comida son necesarios
Es importante realizar los cinco tiempos de comida, de manera que el desayuno aunque es una de las comidas más importantes del día, no quiere decir que deba de ser muy grande, por el contrario, se debe elegir calidad versus cantidad. Para esta comida el pinto no debe de faltar, pero en pequeñas cantidades, acompañado de queso fresco o huevo, la mantequilla, la natilla, el queso crema y productos azucarados son los que están de más.
La nutricionista Maricruz Ramírez Di Leoni explica que las meriendas sirven para no llegar con tanta hambre a la comida fuerte donde se corre el riesgo de un consumo excesivo.
En lugar de comer muchas frutas al desayuno, es mejor distribuirlas a lo largo del día de manera que las meriendas también incluyan frutas, son fáciles de transportar, nos hidratan y nos dan energía para nuestras actividades de todo el día.
Para las meriendas, dice Ramírez, es suficiente un té o un café con muy poco azúcar, acompañado de galletas que no sean rellenas ni azucaradas, yogurt y frutas, “hay que procurar no excederse en la merienda de la tarde, más conocida como el cafecito, en donde muchas veces se acostumbra consumir reposterías, panaderías y alimentos ricos en calorías, pero pobres en nutrientes”, recalca.
Para el almuerzo recuerda elaborar un plato saludable que incluya vegetales en su mayoría, un trozo pequeño de carne o proteína y un cuarto de plato de harinas, ya sea arroz con frijoles o la combinación que se desee.
Para la cena, es importante servirse en un plato pequeño, pues se requiere menos energía a esas horas, sin embargo, es vital no saltarse este tiempo de alimentación porque además de requerirlo, al otro día tendrá mucha hambre y consumirá más de lo debido.