La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) inició un proceso de capacitación y sensibilización para la atención del adulto mayor en todos los servicios de emergencia, a lo largo y ancho de la geografía nacional.
De acuerdo con la doctora Vilma García Camacho, del programa de atención a la persona adulta mayor de la CCSS, explicó que la pretensión es que, desde el enfoque de derechos, se visibilice las necesidades que tiene esta población y buscar la adecuación de la atención en los servicios de emergencias.
La doctora dijo que el objetivo es hacer un trabajo en equipo, hacer revisiones de las necesidades esta población y de la capacidad instalada de los servicios de cada uno de los hospitales y áreas de salud, para que en conjunto busquen una respuesta efectiva e inmediata.
García manifestó que se trata de maximizar los recursos que cada una de las unidades poseen, revisar los procesos y la capacidad instalada. Además, se espera hacer estudios de las necesidades de cada una de las unidades, todo para mejorar la atención a este grupo etario del país.
Para tal efecto, la Presidencia Ejecutiva y la Gerencia Médica aprobaron, en diciembre pasado, un lineamiento, de acatamiento obligatorio, que entre otros puntos, indica lo siguiente:
Inmediatamente que ingresa una persona adulta mayor de 80 años o más al servicio de emergencias, debe ser reportada por REDES al personal jefe de enfermería responsable del servicio en turno, el cual debe estar verificando máximo cada dos horas si hay personas adultas mayores pendientes de valorar, revalorar o en espera de exámenes y/o estudios de gabinete para agilizar los trámites respectivos.
Debe tratarse con respeto a la persona adulta mayor, preservando su intimidad y respetando su dignidad, brindando atención ágil, oportuna, humanizada, individualizada, centrada en la persona, con intervenciones basadas con pronóstico funcional.
Informar a la persona adulta mayor, su familia y/o cuidador(a) sobre la condición de salud, intervenciones y eventual tratamiento a la persona mayor.
Los servicios de emergencias deben, según su capacidad y disponibilidad de recursos, adecuar áreas para la permanencia confortable y segura de las personas adultas mayores de 80 años, velando por la preservación del buen trato, a través de la infraestructura y el mobiliario acorde a sus necesidades: sillones o camillas, gigantes, etc.
Debe realizarse un proceso de sensibilización y capacitación continua en la atención a la persona adulta mayor a todo el personal que labora en el servicio de emergencias: personal de REDES y administrativo, personal de seguridad, personal de aseo, profesionales en enfermería, medicina, disciplinas afines y personal de apoyo, con al menos una capacitación cada seis meses.