Durante la temporada de chile dulce del 2013, el país logró exportar 1.068.20 kilogramos de fruta fresca, superando la exportación del 2012 que fue de 436.400 kilogramos, pasando de 72 contenedores a 101 contenedor, según afirmaron las autoridades del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), quienes realizan las inspecciones para garantizar que los envíos vayan libres de plagas.
Costa Rica hizo su primera exportación de chile en el año 2012, gracias al trabajo conjunto realizado por el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) de Costa Rica y el Servicio de Inspección Animal y Salud de Plantas de Estados Unidos (APHIS, por sus siglas en inglés), tras haberse firmado un protocolo que establece la responsabilidad de los productores, exportadores, empacadoras y las instituciones participantes para poder exportar esta fruta a los Estados Unidos.
Uno de los requisitos para exportar a los Estados Unidos, es que la producción de chile dulce se realice bajo condiciones de invernadero que es una estructura cerrada, cubierta de plástico transparente o malla de polipropileno.
“Trabajar en estas condiciones permite al productor pasar de una producción extensiva a una producción intensiva, ya que se pueden controlar factores como la temperatura, humedad relativa, sanidad del cultivo, entre otros, expresa Gina Monteverde, jefe del Departamento de Certificación Fitosanitaria del SFE.
El Proyecto se mantuvo con 10 hectáreas dividido en 17 módulos de invernaderos, ubicados en cordoncillo de Volcán de Buenos Aires de Puntarenas. La exportación de chile dulce es multicolor ya que se han hecho envíos de chile rojo, amarrillo y anaranjado.
Además de Estados Unidos, se logró exportar un primer contenedor a Canadá. Según los especialistas del SFE no se generaron reportes de intercepciones de plagas en los puertos de entrada a los países.
Las inspecciones de los invernaderos se realizan una vez a la semana durante la temporada productiva, lo que permite descartar plagas y enfermedades. Se escogen al azar alrededor de 100 plantas por invernadero para realizarles una inspección detallada (hoja, flor, tallo, fruto), cuando se encuentran problemas fitosanitarios se envían muestras al laboratorio para el respectivo análisis, además se verifican que las instalaciones presenten las condiciones de infraestructura requeridas.