“Estar en el periodismo es una de las mejores decisiones que tomé hace como diez años”. Con estas palabras, Andrea Zamora, es la periodista deportiva que aparece en la pantalla de Canal 13, además de ser la asesora de comunicación de diversas figuras deportivas, entre ellas el técnico costarricense Jeaustin Campos o incluso ser la imagen desde Costa Rica para ESPN.
Ella estudió en el Colegio Madre del Divino Pastor en Guadalupe, vive en Moravia y recuerda que era tímida, que su papá la sobreprotegía pero al mismo tiempo fue quien le enseñó a ser responsable.
A pesar de su corta edad, ya tiene un amplio recorrido en equipos de fútbol y diversos estrados de los medios de comunicación. Ella es un testimonio de superación y de cómo enfrentar las pruebas cuando se presentan.
-¿Cómo surge el interés en periodismo?
Nunca quise ser periodista. El sueño fue ser bailarina de ballet, pero es un poco difícil, porque para eso se ocupa cierta estatura, peso y cierta cantidad de estudios desde corta edad. En mi caso, toda la vida he bailado, pero no como profesional. Me gustaba odontología y diseño de modas.
-¿Entonces cómo llega la oportunidad de decidirse por la comunicación?
Por esas cosas de la vida, en décimo año, me llevan a la Universidad de Costa Rica a la jornada vocacional. Y cuando llegamos a la escuela de Medicina, me produjo rechazo el estar ante sangre, vimos el programa de materias y la verdad me dije que no. Todo quinto año fue un dilema. Diseño de modas era más como hobby pero no me imaginaba estudiando eso. A partir de esa feria, yo me preocupé bastante y mi mamá y papá me llevaron a un psicólogo y en los estudios que me hicieron salí perfecta para comunicación, derecho o arquitectura, pero me movió más el gusanito de la comunicación.
-¿Cómo elige la especialidad deportiva?
Cuando entro a periodismo me decía, no puedo cubrir sucesos, es lo que más miedo me da, el tema de la sangre, muertos. En la parte de economía no soy buena en matemática, pero los deportes me gustan y más con un papá muy futbolero. En mi casa un domingo a las 11 se prendía el tele para ver partidos y mi papá hacía carne asada en un clásico.
-¿En periodismo deportivo afloran los estereotipos?
Así es. Lo que topa una mujer cuando empieza en esto, es que mucha gente se confunde cuando lo ven a uno simpático y buena gente, y que no tiene problemas con socializar. Sufrí mucho de los “echa cuentos” y una tiene que marcar la cancha. Soy simpática, no soy arrogante, pero les decía no se confunda. Había periodistas, jugadores, dirigentes y una se pone mal, pero hay que hacer frente a eso.
-¿Le cerró puertas esta situación?
A mí no me las cerraron. Los que en algún momento se ponían medio necios eran colegas, pero en un principio fui sincera, no les daba largas. Creo que a otras si les cierran puertas, por amenaza de quedarse fuera. Una se siente incómoda, se presta para burlas y demás. Una como mujer debe ser muy fuerte. Una no debe dejar ir en tacones o usar blusas bonitas, solo porque hay quienes confunden. Si bien es cierto los hombres tienen derecho a cortejar, las mujeres tenemos derecho a que se nos respete cuando decimos no.
-¿Cómo fueron tus inicios?
En Canal 13, con don José Luis “Rápido” Ortiz, q.d.D.g. Estaba en la Universidad, tenía 19 años y antes de eso fue en la Liga haciendo la revista Rojo y Negro. Fue mucha casualidad porque fui a la Liga a hacer un trabajo de la U y buscaban alguien para la revista y me quedé.
-¿Cómo fue esa incursión en equipos de fútbol donde el ambiente es mayoritariamente dominado por hombres?
Empecé gracias al trabajo en la revista de la Liga y al tiempo Ovidio Ramírez llega a la institución como encargado de la oficina de prensa y yo le cuento que estoy colaborando con la revista. Él monta una serie de proyectos en que me toma en cuenta. Es mi maestro en relacione públicas, me enseña a cómo poner límites, que se dé a respetar el periodista. Fue en la época de Rafael Ortiz como presidente. Luego se va Ovidio y me dan la oportunidad pero con Rafael Alfaro como presidente y se me quería dar solo medio tiempo. Las condiciones no me llamaban la atención y surgió la oportunidad de irse a Puntarenas, me gustó, porque con Jorge Alarcón me decían que se podía trabajar, así que decidí aventurarme e irme a Puntarenas luego del aprendizaje obtenido en la Liga..
-Históricamente el periodismo deportivo nacional tiene pocas mujeres, pero usted viene a romper estereotipos más allá de la apariencia. Es una profesión con muchas limitaciones aunque apasionante. ¿Cómo es esa vivencia para Andrea Zamora?
El trabajo del periodista es difícil por eso, pocas veces se nos respeta, porque nos ven como al enemigo. Para nosotras las mujeres es aún más difícil, cuando se viene la semana en que nos toca el periodo y son dificultades que los hombres no pasan. Andar en tacones, correr en esas circunstancias, en fin. Pero, cuando a uno le gusta mucho algo, tiene que hacerlo con toda la pasión, poner todo eso en manos de Dios. Hay etapas que quemar, en las que usted no tiene la plata y se busca un almuerzo baratito para el día.
-¿Qué más ha implicado el periodismo?
Romper relaciones amorosas, por falta de tiempo, por celos, porque una está rodeada de hombres y eso a veces no se entiende. Tuve una mala experiencia profesional cuando Juan Luis Hernández llegó al Cartaginés y eso me sirvió para fortalecerme espiritualmente y profesionalmente. Ya no me dejo apantallar. Hago las cosas con más seguridad, porque lo que tengo nadie me lo ha regaló. Me ha costado reír, llorar. En mi familia nadie es periodista y a veces para mis papás es complicado entender que una está 14 o 16 horas a veces trabajando, que hay que perderse encuentros familiares, en fin.
-¿Cómo se abrió espacio en las asesorías de comunicación?
Lo de las asesorías me surgió la idea hace dos años, más o menos, porque saqué una licenciatura en comunicación y mercadeo. En una materia, en comunicación corporativa, vi los errores de la gente que está en el ámbito público y que no tienen asesores. El cómo dirigirse a la prensa es importante porque el asesor llama la atención al periodista si hace una determinada nota, pero lo que tiene que hacer es preparar a su representado. Las asesorías las empecé con Jeaustin Campos quien aprobó el proyecto y otros amigos que se fueron dando cuenta como Robert Arias o Daniel Arce, se fueron sumando.
-¿Y cómo llega a ser la imagen periodística de ESPN en Costa Rica, una de las cadenas deportivas más importantes en el mundo?
Surgió en 2009 gracias a Jorge Alarcón. Él es mexicano, es muy exigente y tenía buena imagen de mi trabajo. Es una persona que exige el 200%. Cuando me quede sin trabajo en Cartaginés él me recomendó con amigos de él en ESPN. Empecé con trabajos, cubrí la eliminatoria 2010, y ya la cantidad de trabajo ha sido menor porque igual hay otros métodos para informar. Además, la crisis golpea fuerte y uno entiende, pero en lo que puedo colaborar o me pidan lo hago.
-¿Es más difícil hoy la competencia?
Sí, antes por ejemplo a los canales no les interesaba modelos como ahora. Para la mujer la competencia es doble, por un lado piden el currículum, pero por el otro piden la presentación en cámara. A veces el recorrido no importa tanto, como el verse ante la cámara bien, no sé es mi criterio. Se compiten intelectualmente y físicamente.
-¿Qué consejos le da a las muchachas que quieren convertirse como usted en periodistas deportivas?
Bueno si mi consejo sirve les digo que lo hagan. Que sean fuertes mentalmente, que lloren solas si tienen que hacerlo y que pongan en su lugar a los que pretendan perjudicarlas. Le digo a toda aquella que quiera ser periodista deportiva que lea mucho, y que la gente se dé cuenta que una no entra para hacer amiguita de los jugadores. Que entren al mundo sin miedo. Subir la montaña no es fácil, pero hay que disfrutar el recorrido, disfrutar la caída, el levantarse y saber que ahí está lo que uno quiere. Es una lucha y hay que confiarle a Dios el sueño, por algo Dios le pone a uno ese anhelo.