La Municipalidad de Escazú y la Unidad de Regencia Química de la UCR, lanzaron este viernes 23 de febrero la campaña “Escazú no es un cenicero”, con el objetivo de reducir el impacto ambiental de las colillas de cigarro en dicho cantón.
Los 7 colilleros con los que se estará lanzando el proyecto se han colocado en puntos estratégicos del cantón de Escazú, con el fin de evitar que las personas fumadoras tiren las colillas en las calles, aceras, parques o espacios públicos en general, y lograr una recolección eficiente de los residuos de cigarrillos para su posterior tratamiento.
Los colilleros serán colocados en distintas zonas y espacios del cantón donde se ha determinado que existe una alta afectación por residuos de cigarro. El primero se colocó en Yakkys Bar y los próximos se estarán colocando en las próximas semanas.
Al igual que sucede en cantones como Belén, Tibás o Montes de Oca, en el marco de este proyecto la Municipalidad es responsable de la recolección periódica de las colillas, que a su vez se envían hacía la Regencia Química de la UCR, quien implementa un proceso llamado pirolisis, con el que se transforman dichos desechos en biocarbón.
La producción de biocarbón a partir de colillas de cigarro tiene un gran potencial, pues se evita la fuente de la contaminación y se le convierte en un recurso con propiedades para mejorar la calidad del suelo y tierras de cultivo, con nutrientes que contribuyen a la preservación y salud de los ecosistemas locales.
El proyecto inició con la colocación de siete ceniceros, que aumentarán en los próximos meses para abarcar más espacios y lugares del cantón de Escazú.
“Queremos ver nuestras calles, aceras, espacios públicos, ríos y mares limpios. Sabemos que las colillas de cigarro son altamente contaminantes en todos los entornos. Les pedimos que utilicen estos ceniceros para evitar que las colillas sigan contaminando nuestro medio ambiente”, comentó el alcalde de Escazú, Arnoldo Barahona.