El aumento en la producción agrícola debe estar de la mano de una mayor protección y optimización del recurso hídrico, pues según estudios realizados el 80% del agua es utilizada en la agricultura.
En ese sentido, el Director Ejecutivo para Centroamérica y Caribe de CropLife Latin America, Martín Zúñiga, asegura que es necesaria la inversión en tecnología agrícola la cual permita a los agricultores ser más eficientes y tener mayor rentabilidad, pero sobre todo se requiere de un cambio en el uso y la protección del agua para evitar la sobreutilización.
Además, el señor Zúñiga agrega que “los gobiernos deben incentivar el acceso a protectores de cultivos, con el objetivo de mejorar la productividad en los campos, de la mano con políticas que promuevan una adecuada gestión del agua”.
Precisamente el aporte de la industria de la ciencia de los cultivos, es la investigación y el desarrollo de agrotecnologías que ayudan a los agricultores a mejorar la eficiencia en la producción de cosechas, para garantizar la seguridad alimentaria.
Como resultado estos avances maximizan la utilización del recurso hídrico en la agricultura. La inversión para generar tecnología agrícola ronda los $6.317 millones cada año. De los cuales $2.959 millones corresponden a nuevos desarrollos de productos fitosanitarios y $3.358 millones a investigación y desarrollo en semillas y biotecnología que benefician a los agricultores, consumidores y al medio ambiente.
Croplife Latin America es el representante gremial a nivel internacional de la industria de las ciencia de los cultivos y en reiteradas ocasiones ha puesto en la palestra la disyuntiva que afronta la seguridad alimentaria de la población mundial, al considerar que en el año 2050 llegaremos a 9 mil millones de habitantes, lo que exige aumentar la producción agrícola un 70%; siendo una situación nunca antes vista en la historia de la humanidad y que exige mayor productividad.