Una clínica del sueño para atender los problemas de insomnio que enfrentan los adultos mayores, abrió el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología, toda vez que es una de las alteraciones más frecuentes que afecta a esta población.
Según lo destaca el doctor Daniel Lasso Bonilla, uno de los médicos que participa en esta clínica, se está atendiendo un promedio de 12 pacientes por semana, la mayor parte son mujeres. Los pacientes son atendidos todos los miércoles por los doctores Lasso y Mario González Casafont.
Tanto el doctor Lasso como el doctor Fernando Morales Martínez, director del centro médico, explican que “esta clínica se abrió en virtud de la gran cantidad de pacientes que llegan a este hospital, con problema de insomnio. Los estudios hospitalarios revelan que un 60% de las mujeres y un 40% de los hombres presentan alteraciones en el sueño, lo que afecta su calidad de vida”.
Según determina el doctor Lasso “los pacientes referidos a la clínica, se les realiza una valoración integral que incluye consulta médica y psicológica y en ella participa un equipo interdisciplinario del hospital”.
Posteriormente, los pacientes son referidos a la escuela del sueño de la clínica, donde son reeducados en aspectos relacionados con la higiene del sueño y también reciben terapias de relajación.
La pretensión hospitalaria es recurrir solo en casos extremos, al soporte farmacológico, pues la mayor parte de los pacientes responden siguiendo las recomendaciones que se les ofrece en la escuela del sueño.
Los pacientes deben asistir a esta escuela durante un mes que se imparte en forma grupal y a la que asisten generalmente entre 20 y 30 pacientes.
Además, los especialistas explicaron que los trastornos del sueño son típicos en la población adulta mayor porque los patrones de sueño se alteran con el envejecimiento. El sueño, adujeron, es vital para el ser humano y se aconseja dormir entre seis y siete horas.
Recomendaciones hospitalarias
- Cumplir con horarios para ir a dormir.
- Limitar el consumo de bebidas estimulantes que pueden quitar el sueño como café, chocolate o té.
- Reducir siestas durante el día.
- Evitar hasta donde sea posible que haya un televisor en el cuarto.
- Limitar el uso de la cama a dormir y a las relaciones sexuales.
- Aumentar la actividad física durante el día y reducirla durante la noche.
- Reducir el consumo de líquidos en la noche.
- Efectuar cambios en la habitación que reduzcan las posibilidades de interrupciones de sueño.
- No se debe recurrir a la práctica de bebidas alcohólicas solas o mezcladas con leche porque pueden producir alteraciones en la salud.
- Tener cenas livianas.
