La comunidad internacional debe responder al imperativo moral de que el acceso a los alimentos necesarios es un derecho para todos, ha afirmado el Pontífice Francisco en el Vaticano ante los delegados de la 39ª Conferencia de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que se celebró en la sede de la Organización en Roma (6-13 de junio).
“Si todos los estados miembros trabajan por el otro, los consensos para la acción de la FAO no tardarán en llegar y, más aún, se redescubrirá su función originaria, ese «fiat panis» que figura en su emblema”, ha señalado el Pontífice en alusión al lema de la FAO (“Hágase el pan”).
El Papa centró su intervención ante los representantes de más de 120 países acompañados por el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, y el presidente del actual período de sesiones de la Conferencia, La Mamea Ropati, en la importancia de reducir los desperdicios de alimentos, educar a las personas para una dieta correcta y crear la solidaridad que permita alcanzar la seguridad alimentaria para todos.
Esencial reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos
“Preocupan mucho las estadísticas sobre los residuos”, ha afirmado el Pontífice refiriéndose a los datos de la FAO según los cuales un tercio de los alimentos se pierde o se desperdicia.
En ese sentido, el Pontífice ha instado a asumir con decisión el compromiso de modificar los estilos de vida para hacer uso más sostenible de los recursos. “La sobriedad no se opone al desarrollo, más aún, ahora se ve claro que se ha convertido en una condición para el mismo”.
El Papa Francisco, en un breve encuentro con el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, destacó la importancia de la discusión pública de la próxima encíclica– carta solemne que dirige a los obispos y fieles católicos- en la FAO y otros foros.
FAO cercana a la gente
Asimismo destacó la importancia de la labor de descentralización que la FAO ha emprendido: “Para la FAO, esto también significa proseguir en la descentralización, para estar en el medio rural y entender las necesidades de la gente que la Organización está llamada a servir”, ha afirmado.
El Pontífice ha urgido a reflexionar sobre la especulación en los mercados agroalimentarios y la volatilidad de los precios de los alimentos en la seguridad alimentaria, que tienen un especial impacto en los pequeños agricultores. “Los precios volátiles impiden a los más pobres hacer planes o contar con una nutrición mínima”, ha destacado.
“Tratemos también aquí de seguir otro camino”, ha afirmado recordando el valor de los productos de la tierra, “fruto del trabajo cotidiano de personas, familias y comunidades de agricultores”.
El Pontífice ha urgido a los delegados a situar el desarrollo agrícola en el centro de la actividad económica y a apoyar una “resiliencia efectiva”, reforzando la capacidad de las poblaciones para hacer frente a las crisis naturales o provocadas por la acción humana.
El Papa Francisco también ha alertado sobre el acaparamiento de tierras de cultivo por parte de empresas transnacionales y estados, que “no sólo priva a los agricultores de un bien esencial” sino que además “afecta directamente a la soberanía de los países”.
Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición
El Papa Francisco ha recordado su participación en la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2) celebrada el pasado noviembre en Roma, en la que se instó a los líderes internacionales a transformar las declaraciones en acciones concretas para elevar el nivel de nutrición de sus poblaciones. En ese sentido, el Papa ha confiado en que prevalezca decididamente “la responsabilidad de responder concretamente a los hambrientos y a todos los que esperan del desarrollo agrícola una respuesta a su situación”.