Un estudio realizado por la FAO en Costa Rica demostró que los programas estatales de alimentación escolar presentan una de las mejores estructuras en la región centroamericana, con presupuesto gubernamental designado y políticas públicas orientadas a su funcionamiento.
“Los bajos índices de subalimentación de Costa Rica no son una coincidencia. Está claro que el país desde 1905, ha dedicado sus esfuerzos en el desarrollo de programas de protección social que garanticen el derecho a la alimentación”, explica José Emilio Suadi, Representante de la FAO en Costa Rica.
Según el estudio nacional “Alimentación escolar y las posibilidades de compra directa de la agricultura familiar”, el país destinó en 2012, más de $150 millones para la atención de estos programas sociales, logrando una cobertura del 18% de la población nacional.
La publicación señala a la vez que la balanza nutricional del país ha empezado a inclinarse en los últimos años hacia el segmento de sobrepeso y obesidad infantil.
Agricultura familiar y programas de alimentación escolar
“Este proyecto que ha impulsado FAO de la mano de Brasil, tiene un vértice adicional que nos involucra desde el Sector Agropecuario. Eso es lo que llamamos “círculos virtuosos” donde el Estado, a través de políticas públicas e instrumentos adecuados, hace posible que las frutas, hortalizas, los granos, los productos cárnicos y lácteos, lleguen a las mesas de esta población tan importante, favoreciendo a muchos productores de Agricultura Familiar, asegurando que además son productos inocuos, de buena calidad y entregados en tiempo”; destaca Gloria Abraham, Ministra de Agricultura y Ganadería.
Según el estudio, el Ministerio de Educación Pública (MEP) constituye un 46% de la demanda nacional de alimentos del sector público del país, demostrando la potencialidad que tiene la agricultura familiar para las compras directas de alimentos, dando oportunidad así al 51% de productores familiares nacionales de vincularse a un mercado estable.
“La articulación entre la demanda de alimentos de escuelas y colegios y la oferta de productores agropecuarios familiares, permitiría dinamizar la economía local, en favor de los pequeños agricultores de Costa Rica, y a la vez garantizaría alimentos saludables para la población estudiantil”, añade Suadi.
El documento de la FAO se enfoca a tres grandes áreas: el programa de alimentación Pre-escolar, representado en Costa Rica por el Programa de Centros de Educación y Nutrición y Centros Integrales de Nutrición y atención Integral (CEN CINAI) del Ministerio de Salud; el programa de alimentación para menores niños y niñas en edad escolar, titulado como Programa de Alimentación y Nutrición Escolar y Adolescente (Panea) del Ministerio de Educación y finalmente el sector de Agricultura Familiar del Ministerio de Agricultura y Ganadería(MAG), para explorar las posibilidades de compra a los agricultores familiares.