Tras la emotiva campaña sobre los efectos del fumado crónico, en la cual se mostraban testimonios de fumadores severamente afectados por la adicción a la nicotina, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha lanzado la campaña “sin fumar, es más fácil lograrlo”, para alertar a los adolescentes sobre las consecuencias del tabaquismo.
El mensaje centra atención en efectos sensoriales de corto plazo que afectan la imagen del adolescente, como el mal aliento y los dientes amarillos, y remarca un aspecto de largo plazo, al anunciarle que el fumado crónico afecta el desempeño en la relación de pareja por efecto de la impotencia asociada.
En el 2011, la encuesta de Vigilancia de Factores de Riesgo Cardiovasculares de la CCSS preguntó sobre el uso de tabaco y, en general, se encontró que el grupo de edad con mayor prevalencia para ambos sexos fue el de 20 a 39 años, en el cual el 16.2% fumaba; seguido de las personas entre 40 y 64 años, con el 13.8%; y el grupo de los adultos mayores con 6.2%.
En promedio, el inicio de fumado para ambos sexos fue 17.5 años, pero las personas entre 20 a 39 años habían comenzado el hábito de fumar a edad más temprana. Resultados similares a ese se han obtenido en las encuestas de hogares anteriores.
Esos datos han puesto en alerta a las autoridades sobre la necesidad de educar a los jóvenes menores de 18 años, pues se sabe que, si los jóvenes llegan a los 20 años sin fumar, las posibilidades del enganche a la adicción disminuye de forma importante.
La dependencia al tabaco está reconocida como trastorno mental y del comportamiento en la clasificación internacional de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud y en el manual de diagnóstico y estadísticas de la Asociación Americana de Psiquiatría.
“Se ha demostrado que el consumo de cigarrillo es adicción y no hábito y que la droga responsable es la nicotina. La nicotina es droga con igual o mayor poder de adicción que la cocaína o la heroína”, afirma el doctor Harold Segura, especialista en adicciones de la CCSS.
Se presume que muchos de los nuevos consumidores de tabaco no son conscientes de las sustancias químicas nocivas y adictivas contenidas en los productos del cigarrillo y el humo de segunda mano, así como la cantidad de enfermedades específicas causadas por este consumo.
“El fumado se relaciona, en menor o mayor grado, con el 15% de los diferentes tipos de tumores; sin embargo, este porcentaje aumenta a un 18% cuando se ve el total de muertes por cáncer, dado que el cáncer de pulmón y páncreas están altamente relacionados con el tabaco y tienen una letalidad alta”, asegura el doctor Alejandro Calderón, del Proyecto de Fortalecimiento para la atención Integral del Cáncer en la CCSS.
Con respecto al costo de la atención de las enfermedades relacionadas con tabaco, la Caja Costarricense de Seguro Social invirtió ¢79.049 millones en el año 2012, lo que representa el 5,5% de los gastos del seguro de salud. También, el país pierde 55.000 días de trabajo anuales por incapacidades vinculadas con el uso del tabaco.
En la CCSS se brindan 858.000 consultas médicas anuales asociadas al fumado. Y mueren diez personas cada día por enfermedades asociadas al consumo del cigarrillo.