La renuncia del papa Benedicto XVI, la primera de un papa en siete siglos, provoca las reacciones del mundo entero; en Costa Rica la Presidenta de la República, Laura Chinchilla Miranda envió una carta al entonces sucesor de Pedro, en la cual recuerda el encuentro entre ambos el año pasado.
“Recuerdo con especia agrado la visita oficial que realicé como Jefe de Estado a la Ciudad del Vaticano el 28 de mayo de 2012, ocasión en la cual se celebró en mi honor una misa en la Capilla Clementina y posteriormente, fui recibida con especial afecto en la Pontificia Academia de las Ciencias, donde se me brindó el honor de dictar una conferencia”, escribe Miranda en su escrito.
Asimismo, la mandataria costarricense dejó plasmado en el papel el sentimiento especial que Benedicto XVI le transmitió en aquella cita.
“Inolvidable serán para mí las deferentes palabras del Santo Padre, para con los costarricenses en los instantes de nuestra audiencia privada en el ámbito de la Visita Oficial, en las cuales pudimos confirma la colaboración fructífera e indisoluble entre la iglesia y el Estado costarricense, así como las convicciones comunes por la difusión de los valores universales, ambos puestos en evidencia en e l diálogo constructivo, iniciado en pos de lograr la aprobación, en un futuro cercano, de un acuerdo bilateral entre la Santa Sede y el Estado de Costa Rica”.
La Presidenta Chinchilla finalizó la carta con no menos emotividad: “Santo Padre reciba mis más fervientes votos y respeto absoluto para vuestro revivido camino de profunda oración y meditación en el Monte de Tabor y en su título de Papa Emérito, signo revelador de que seguiremos siendo objeto de sus oraciones y plegarias”.