En lo que se considera datos de relevancia a nivel mundial, el informe del sistema de Monitoreo del Cambio de Uso y Cobertura de la Tierra en Paisajes Productivos (MOCUPP) revela una importante reducción del impacto ambiental de los cultivos de la piña y de palma africana entre 2018 y 2019, así como avances para declarar en el corto plazo la ganadería de Costa Rica como libre de deforestación.
En detalle, el estudio asegura que la producción de palma aceitera -que cubre 73.941 hectáreas en el país- es libre de deforestación. En el caso de la piña se registran 65.442 hectáreas bajo uso con una pérdida de cobertura arbórea nacional atribuida a la expansión de tan solo 88 hectáreas en el último periodo de evaluación.
En el marco del mismo informe, se desarrolló la línea base del uso del suelo en pastos, lo que permitirá en el corto plazo declarar la ganadería de Costa Rica como libre de deforestación.
«Ya sabemos que la ganadería costarricense se desarrolla de manera muy diferente a la de resto del mundo, pero queremos asegurarlo con datos. Mientras tanto, trabajamos con INTECO y CORFOGA en el desarrollo de una norma «ganado bajo en carbono y libre de deforestación, la cual se apoyará en datos generados por MOCUPP», detalló el ministro de Agricultura y Ganadería, Renato Alvarado Rivera.
Tras precisar que los paisajes productivos recogen la integración de agricultura, ganadería, conservación y urbanidad, el jerarca del sector agropecuario agregó que se ha determinado que la ganadería es el principal componente, pues los pastos representan 20% de la superficie del país.
«Los cultivos más intensivos como banano, palma y piña son especialmente visibles, más por su intensidad que por el área cubierta a nivel nacional», precisó.
El cambio de uso del suelo de forestal a otros usos, en especial al agropecuario, está prohibido en la Ley Forestal 7575. De hecho, desde la promulgación de dicha Ley en 1996, el suelo de uso agropecuario se ha reducido en 13%, aunque el valor económico de la producción agropecuaria se duplicó entre 1990 y 2019.
Mientras, la cobertura forestal del país ha pasado de un 34% en 1977 a un 52% en la actualidad.
«El último Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero confirma la buena gestión ambiental del sector agropecuario. Según este informe, las emisiones del sector agropecuario se redujeron en un 20,9% entre 1990 y 2017, mientras que en ese mismo periodo las emisiones de los otros sectores aumentaron hasta 76%», aseveró el ministro Alvarado.