Costa Rica conmemoró este 03 de marzo el Día Mundial de la Vida Silvestre bajo el lema: “Recuperar a las especies clave para la restauración de ecosistemas”; para esto las autoridades del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) preparan una agenda de actividades virtuales y presenciales en diferentes Áreas Silvestres Protegidas, entre las que destacan campañas de sensibilización, conferencias, charlas a turistas y guías locales, y talleres informativos, entre otros.
La agenda se desarrollará del 5 al 27 de marzo en los parques nacionales Tapantí, Corcovado, Barra Honda y Barva, así como sitios turísticos y urbanos, y de forma virtual en las cuentas de Facebook de la Universidad Técnica Nacional, de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional y de la Área de Conservación Guanacaste (ACG).
Las actividades están organizadas por el Ministerio de Ambiente por medio del Sistema Nacional de Áreas de Conservación, la Comisión Nacional para la Gestión de la Biodiversidad, el Instituto Nacional de Turismo, y organizaciones no gubernamentales como Hatillo Verde, así como Human Society International Latin America, el proyecto Aves y Ventanas de la UNED, la Universidad Nacional, Universidad Técnica Nacional y los más de 30 socios de la Campaña Stop Animal Selfies.
El objetivo de la conmemoración de esta fecha –que se celebra este jueves 3 de marzo– es crear conciencia sobre el estado de las especies vida silvestre en peligro y en peligro crítico, y resaltar el poder de los esfuerzos de conservación que están en marcha para mejorar su destino, los cuales se ajustan a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
La celebración de esta importante fecha del calendario ambiental nos recuerda que, los animales, las plantas y hongos silvestres, además de su valor intrínseco, contribuyen a los aspectos ecológicos, genéticos, sociales, económicos, científicos, educativos, culturales, recreativos y estéticos del bienestar humano y el desarrollo sostenible.
El director ejecutivo del SINAC, Rafael Gutiérrez, explicó que la Vida Silvestre de nuestro país pasa por un momento difícil, ya que se ve afectada y reducida, principalmente, por un uso inadecuado de los recursos y al tráfico ilegal de especímenes, productos y subproductos.
“Esto trae como consecuencia la consiguiente pérdida de hábitat, lo que reduce la capacidad de reproducción y de alimentación. Las especies de fauna y flora silvestres fueron en el pasado fuente importante de alimentación, así como en uso en la medicina tradicional. Muchas de ellas hoy sobreviven con poblaciones reducidas o están en peligro de desaparecer”, dijo.
Especies en peligro crítico de extinción. A nivel mundial 8.400 especies de fauna y flora silvestres se encuentran en peligro crítico de extinción mientras que cerca de 30.000 más se consideran vulnerables o en peligro de extinción. En nuestro país tenemos más de 400 especies que se encuentran amenazadas.
Lo anterior debido a las interacciones negativas con actividades humanas como la fragmentación de los ecosistemas donde habitan por la infraestructura como carreteras, tendidos eléctricos, la urbanización de las zonas protectoras de los ríos, desarrollo urbano sin planificación, los incendios forestales, la trasmisión de enfermedades a las poblaciones silvestres, la alimentación de la fauna con fines turísticos, que producen la perdida de sus comportamientos naturales, la cacería, el tráfico y el uso de animales silvestres como mascotas.
Todo esto provoca la pérdida de nuestra biodiversidad y en consecuencia de los servicios ecosistémicos que le brindan a los costarricenses, produciendo un deterioro en muestra calidad de vida.
Este 2022 en el Día Mundial de la Vida Silvestre se destaca el impacto de los esfuerzos de conservación, promoviendo mejores prácticas y el mantenimiento de los procesos ecológicos mediante la convivencia o coexistencia entre las especies silvestres y las actividades humanas.
En Costa Rica, la Ley de Conservación de la Vida Silvestre declara a la fauna silvestre de dominio público y a la flora silvestre de interés público, estos elementos forman parte del Patrimonio Natural de todos los costarricenses y refuerza el compromiso que debemos tener para promover su conservación y uso sostenible asegurando el bienestar y calidad de vida de las presentes y futuras generaciones.