La rinitis alérgica (RA) es una de las enfermedades más frecuentes en el mundo, que afecta a aproximadamente el 25% de los niños y al 40% de los adultos[3]. Además, según datos estadounidenses, tiene un gran impacto económico, ya que ocasiona costos médicos superiores a la diabetes y el asma[4].
De acuerdo con el Dr. Manuel Soto Martínez, Neumólogo-Pediatra del Hospital de Niños de Costa Rica, la contaminación, tanto externa (quemas, contaminación de fábricas o vehículos, entre otros); como interna (moho, humedad, humo de cigarro y polvo en ambientes cerrados), ingresa al sistema respiratorio y daña los pulmones, el corazón y el cerebro.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de siete millones de personas mueren cada año por la exposición al aire contaminado1. Para evitar las complicaciones por este motivo, el especialista recomienda lavar la ropa de cama con agua caliente para eliminar los ácaros; prescindir del uso de alfombras dentro del hogar; mantener la ropa de cama en fundas herméticas cuando ya no se utilizan; evitar la quema de incienso o espirales antimosquitos; ventilar correctamente los espacios cerrados; reparar fugas de agua; y mantener las superficies del baño y de la cocina libres de agua estancada.
“Combatir la polución puede resultar más complicado. Sin embargo, para lograrlo, se deben poner en marcha iniciativas como fomentar programas de control de humo de tabaco; disminuir las emisiones; o utilizar energías limpias como la eólica o solar”, afirma el Dr. Soto.
Por otra parte, el especialista explica que otras de las causas de la RA son los factores genéticos (herencia familiar) y los relacionados con cambios en el estilo de vida, como el estrés, el tabaquismo, la dieta poco saludable, entre otros. Además, agrega, que es importante el reconocimiento temprano de los principales síntomas de la rinitis alérgica como la congestión, los estornudos, el exceso de mucosa y la comezón; identificarlos a tiempo, facilita lograr un diagnóstico oportuno y tratar la enfermedad de forma adecuada.
El Dr. Soto indica que, a escala mundial, cerca del 30% de los pacientes afectados no recibe tratamiento y, de aquellos que sí lo hacen, menos del 50% tiene seguimiento médico, por lo que no se puede asegurar que sea el correcto para la persona. “Esto es un problema, ya que una medicación inadecuada no solo aumenta el riesgo de desarrollar otras patologías, sino que también deteriora la calidad de vida y la reduce la productividad, debido a que los pacientes pueden utilizar antialérgicos que provocan somnolencia y les impide el desarrollo de ciertas actividades que exigen estar alerta”, agrega.
Para finalizar, el especialista recuerda que cada 8 de julio se conmemora el Día Mundial de la Alergia, una fecha clave para trabajar en conjunto a fin de desarrollar estrategias que disminuyan el porcentaje de personas con esta enfermedad y resaltar la importancia de acudir al médico para recibir un tratamiento acorde a su condición.