El cielo despejado y el calorcito del verano invita a pasar largas jornadas a la intemperie; sin embargo, estar bajo el sol por extensos periodos sin los debidos cuidados, pone en riesgo la salud.
El cáncer de piel es el más frecuente en el mundo y Costa Rica no es la excepción. Anualmente, una de cada cuatro personas es diagnosticada con esta enfermedad. El cáncer de piel entre los costarricenses ha mostrado un incremento del 25% en la primera década del siglo, según datos publicados por la Caja Costarricense del Seguro Social.
Ante este panorama, El Verdugo pone en marcha una campaña orientada a recordar la importancia de la prevención, cómo proteger la piel de los rayos solares y qué aspectos tener en cuenta para mantenerse alerta y evitar que el cáncer se desarrolle.
“El Verdugo es el defensor de los pulseadores y sabemos que muchos de ellos, por el tipo de labores que realizan, pasan mucho tiempo en exteriores. Por eso, como parte de nuestra responsabilidad social compartiremos consejos que les ayuden a prevenir y detectar de manera temprana el cáncer de piel”, indicó Adrián Venegas, Gerente de Marca El Verdugo.
Verano al suave y protegido
Proteger la piel es una tarea constante. La piel tiene memoria y las agresiones que esta sufra durante la niñez, pueden ocasionar enfermedades en la vida adulta.
“La tendencia apunta a una mayor presencia del cáncer de piel en personas cada vez más jóvenes, a raíz de la sobreexposición al sol y otros malos hábitos, así como desconocimiento de factores de riesgo. Por ejemplo, hay que tener claro que la radiación ultravioleta no sólo afecta en los días soleados o sólo si estamos cerca de la playa; lo cierto es que nunca hay bajar la guardia. Por eso, la educación es clave para mantener un escudo de protección para la piel”, manifestó Carla Hidalgo, dermatóloga y vocera de la campaña de prevención de cáncer de piel de El Verdugo.
La especialista enfatiza en la importancia de mantenerse alerta sobre señales que aparezcan en la piel, así como sobre el uso correcto de los protectores solares. “Es esencial además seguir derribando una serie de mitos en torno a la exposición del sol”, agregó Hidalgo.
Los 3 mayores factores de riesgo
1. Tener más de 50 lunares en el cuerpo indica un mayor riesgo de padecer el cáncer de piel tipo melanoma.
2. Contar con antecedentes familiares de cáncer de piel.
3. Haber tenido quemaduras solares en la infancia.
Según el nivel de riesgo, hay que examinar la piel al menos cada 6 meses y buscar atención médica inmediata al observar lesiones en la piel que no sanan, manchas o lunares con forma irregular o que muestran algún tipo de crecimiento. En términos generales, hay dos tipos de cáncer de piel: el melanoma, que se manifiesta como lunares irregulares que crecen, y el no melanoma, que presenta como pequeñas úlceras o “espinillas” que no sanan en más de tres meses.
“Si la persona no cuenta con la asistencia de alguien, puede hacer un autoexamen con la ayuda de un espejo, revisando el cuello, la nuca y la piel cabelluda, los antebrazos, las axilas y las palmas; también la espalda, los glúteos y la parte posterior de las piernas, así como los espacios entre los dedos y las plantas”, recomendó la doctora.
Protector, no bloqueador
El uso apropiado de los protectores solares es otro factor importante en la prevención. “Aunque comúnmente se utiliza el término de bloqueador solar, lo correcto es decir protector solar, porque este producto que se aplica en la piel no impide o bloquea el paso de los rayos solares, lo que sí ayuda es a reducir el impacto de estos en la piel y, por tanto, a protegerla”, aclaró la especialista.
La protección no sólo depende del tipo y de la calidad de protector solar que se use, también de los buenos hábitos que se tengan para cuidar la piel, como, por ejemplo, el reaplicar oportunamente el producto, entre otros aspectos.
Existen protectores con filtros físicos, otros con filtros químicos y algunos que combinan ambos. El tipo de piel y la actividad a desarrollar en exteriores son algunos de los aspectos a tener en cuenta al momento de escoger la opción más conveniente.
¿Falso o verdadero?
Tome nota de la siguiente información para que la salud de su piel no sufra:
MITOS sobre la exposición al sol:
Necesito muchas sesiones de sol para recibir Vitamina D.
Es muy bueno asolear a los bebés.
Si estoy dentro del agua, no me quemaré.
MITOS sobre el protector solar:
Entre más alto sea el Factor de Protección Solar (FPS), dispongo de más tiempo y mejor protección para permanecer bajo el sol.
El protector me puede dar acné.
El protector no caduca.
Si voy a la montaña o el día está nublado, no necesito protector
REALIDADES sobre la exposición al sol:
El cáncer de piel se previene.
Solo 10 minutos bajo el sol bastan para que el cuerpo produzca la dosis de vitamina D que necesita para mantener la salud de los huesos y dientes.
Los menores de 6 meses de edad NO deben exponerse al sol.
El 90% de los rayos ultravioleta (UV) pueden atravesar las nubes.
El 60% de la radiación UV diaria la recibimos entre las 10 a.m. y las 2 p.m.
La radiación UV aumenta un 4% por cada 300 metros de altitud, por ello hay que protegerse la piel también en las zonas altas.
En la playa: la arena refleja hasta el 25% de la radiación UV. Y a medio metro bajo el agua la radiación ultravioleta aún es del 40%.
Estar a la sombra puede reducir en un 50% o más la radiación UV.
REALIDADES sobre el protector solar:
El protector solar en crema debemos aplicarlo al menos 20 minutos antes de la exposición al sol, para que sus compuestos actúen en la piel.
Si tenemos exposición directa al sol, debemos reaplicar el protector cada 2 horas. Si la sudoración es intensa, debemos hacerlo al menos cada hora.
El protector tiene una resistencia máxima en el agua de 45 minutos.
Los productos con un Factor de Protección Solar (FPS) igual o superior a 30 son los más recomendados para proteger la piel contra los rayos solares.
Si pasamos largos periodos frente a computadoras o dispositivos electrónicos, debemos usar protector; reaplicarlo cada 3 horas aproximadamente.