La Junta Administradora del Estadio Nacional en su sesión de este martes 13 de noviembre, se adhirió al acuerdo emitido días atrás por el Consejo Nacional del Deporte y la Recreación en el sentido de promover la erradicación de barras organizadas de los distintos escenarios deportivos del país, y en consecuencia, vetó la presencia de éstas en el Estadio Nacional, inmueble que es propiedad del Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (ICODER).
El anuncio lo hizo William Corrales Araya, Ministro de Deportes, quien llevó el tema a conocimiento de la Junta Administradora y en consecuencia, se le giraron instrucciones a Edgar Barrantes, Gerente del Estadio Nacional, para que la medida se aplique desde este domingo 18 de noviembre con motivo del partido Santos-Saprissa.
“Queremos que el Estadio Nacional sea un sitio para toda la familia, donde no tengan espacio las masas que como se ha comprobado, incitan a la violencia. Creemos que la numeración de butacas nos facilita ese objetivo”, expresa Corrales Araya, toda vez que solo con la complacencia del organizador o de la empresa que comercializa los boletos, las barras podrían adueñarse de un bloque completo dentro del Estadio.
“Ningún tipo de barra organizada tendrá espacio asignado. Las personas entrarán de forma individual y deberán ocupar el asiento que compraron”, confiesa Corrales.
Edgar Barrantes, Gerente General del Estadio, ve con positivismo la medida y desde este miércoles 14 de noviembre contactó a la dirigencia del Santos de Guápiles, a fin que el club guapileño vele porque el domingo próximo el Estadio Nacional luzca libre de barras organizadas y se utilice la numeración de las butacas.
Intervención de la FEDEFÚTBOL
Desde el pasado 8 de noviembre de 2012 el Consejo Nacional del Deporte y la Recreación acordó hacer una respetuosa pero vehemente solicitud a la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol), para que en su calidad de órgano rector del balompié en Costa Rica, se extremaran medidas a fin de erradicar el funcionamiento de las barras en las instalaciones deportivas del país.
El Consejo considera que el comportamiento de las barras de los principales equipos de fútbol profesional del país es delictivo, y que la conducta pasional de éstas ha llevado al desarrollo de actos vandálicos que ponen en peligro la integridad física de las personas y el daño a los bienes públicos y privados.