El pueblo de la Pastora de Turrialba reinauguraró su templo parroquial, el cual en los últimos tres meses recibió una serie de restauraciones a cargo del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ).
La edificación se construyó en 1937, y es una interpretación de un referente gótico en madera. Según dijo el director del Centro de Patrimonio Adrián Vindas, esta obra “es bastante interesante, por ser quizás la única iglesia que tiene ese tipo de lenguaje arquitectónico en el país, lo que la hace una estructura única”.
Este templo es muy típica de la zona de Cartago, al ser una estructura de madera, forrada de metal repujado. A raíz del terremoto de 1910, se popularizó el uso del metal troquelado, similar al utilizado en la iglesia de María Auxiliadora, en el centro de Cartago.
El costo de su restauración de la iglesia ronda los ¢20 millones, producto de las renovaciones en las paredes, cambio en el sistema eléctrico y de las cubiertas, además de la pintura del mismo.
El rescatar esta infraestructura no solo se realizó por formar parte del Patrimonio Histórico Arquitectónico Nacional, sino porque tiene un valor simbólico para la población.