Irma García Penón es farmacéutica y en esta ocasión no narra que como parte de la «Asociación más que un Amigo», un día recibió la llamada de una madre solicitando ayuda porque a su hija en condiciones de discapacidad y quien tenía una del tamaño de la espalda, los doctores le habían diagnosticado que las condiciones de su hija no eran compatibles con la vida.
Tras una visita a la casa de esta familia, se hizo una oración, y se continuo en cadena de oración. En un mes de oración, la niña sanó completamente. “Cuando uno cree no hay nada imposible para Dios”, confirma Irma García.