El ejercicio es un buen aliado para dejar el tabaquismo

Si entre los propósitos de año está el dejar de fumar, la persona puede considerar hacer ejercicio a manera de escudo para evitar la recaída.

Expertos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) recomiendan hacer ejercicio para lograr el desenganche de la adicción, basados en estudios internacionales y en la experiencia de las clínicas de cesación de fumado institucionales, donde esa indicación es una de las acciones sugeridas como apoyo.

La sugerencia la hacen porque las personas que pretenden lograr la cesación del tabaquismo por sí mismas, sin asesoría o apoyos complementarios, encuentran más dificultad: los estudios indican que dos de cada tres personas fracasan en el primer intento.

La Dra. Wing Ching Chan Cheng, neumóloga y encargada del cáncer de pulmón en la coordinación técnica del cáncer de la CCSS, explica el círculo de la dependencia así: cuando la persona intenta dejar de fumar o hace el corte, deja de producirse a nivel cerebral la liberación de sustancias que dan placer, mayor concentración, alivio de la tensión y ansiedad entre otras reacciones.

Por lo tanto, la experta explica que el individuo se sentirá mal, irritable, desanimado, desconcentrado, mal humorado y ansioso por haber dejado de fumar; en consecuencia, lo más fácil sería volver a fumar para “sentirse bien”; por eso es que los fumadores recaen.

Para la Dra. Chan, muchas personas desconocen que el tabaquismo es una enfermedad crónica con triple dependencia: social (porque fuma en compañía), psicológica (porque lo calma) y física (porque una vez creada la dependencia el cuerpo lo pide para estar estimulado). Todas esas dependencias actúan juntas y hace que la cesación del fumado sea más fácil si combina esfuerzos.

El instructor en educación física, José Ángel Ramírez explica que los beneficios de la actividad física o el ejercicio estructurado son ideales para acompañar el deseo de dejar de fumar, pues bajan la tensión y la ansiedad y suben la relajación y la sensación de bienestar general, influyendo positivamente en la autoestima y en el rendimiento laboral o de estudio.

Para el profesor Ramírez, el aumento de la actividad física diaria y la disminución del tiempo sentado prolongado, libera en el cerebro sustancias de placer similares a las que se liberan cuando están fumando, por lo tanto, los tabaquistas que practican ejercicio al dejar de fumar, reducen la intensidad de los síntomas, duermen mejor, logran controlar mejor su peso y recaen menos.

Tabaquismo a la baja
Según la encuesta del Ministerio de Salud del 2015, seis de cada diez fumadores que intentaron dejar de fumar en el último año enfrentaron esas dificultades y manifestaron la necesidad de encontrar otras formas para superar la ansiedad y tensión relacionada con los primeros días después cortar con el consumo de tabaco.

La idea de recomendar el ejercicio busca fortalecer esa tendencia a reducir el tabaquismo en el país. En 2015, la misma encuesta reveló que todavía el 9.1% de la población es tabaquista activa. El optimismo del personal de salud surge que el 73% de los tabaquistas indicaron que planean o están pensando en dejar de fumar.

Por eso, con el objetivo de darle más oportunidad de éxito de ese deseo, los expertos impulsan incorporar el ejercicio como apoyo personal que además fortalece la vida saludable de manera integral.

Romper el ciclo adictivo
José Ángel Ramírez recomienda buscar alguna actividad que le guste para comenzar, como caminar, bailar, saltar suiza, andar en bicicleta, nadar o involucrarse en cualquier otra actividad placentera, que pueda hacer en grupo para que el entusiasmo por el ejercicio sea compartido”.

Y señala algunos de los beneficios asociados a la práctica regular de ejercicio de la siguiente manera:

Aumenta el gasto de energía y por lo tanto ayuda a mantener o mejorar el peso actual.
Ayuda a regular los niveles de colesterol y la presión arterial.
Retrasa y disminuye la ganancia de peso.
Puede mejorar el estado de depresión y los síntomas de ansiedad, estrés, patrones de sueño, el funcionamiento cognitivo y la autoestima, condiciones que pueden afectar la habilidad de la persona para iniciar o mantener la cesación de fumado (abstinencia).

Según el experto, un programa de ejercicio puede ser una intervención eficaz para dejar de fumar incluso en las mujeres embarazadas o en las personas que viven con enfermedades mentales severas. También, se usa en combinación con medicamentos para casos de adicción más severa que requiere tratamiento médico.

Por otro lado, sostiene que la poca actividad física y la falta de ejercicio pueden aumentar los niveles de depresión y contribuir a un aumento en los niveles de fumado.

Según sus lecturas del tema, el profesor Ramírez dice que muchas personas piensan que algún día dejarán de fumar, practicarán ejercicios regularmente, mejorarán sus hábitos alimenticios, pero usualmente postergan esas acciones hasta que a veces es tarde, porque enfrentan alguna enfermedad de salud alta.

La Dra Chan Cheng señala que es importante destacar que la práctica regular de ejercicio también presenta muchas ventajas para los exfumadores ya que minimiza la posibilidad de recaer, le ayuda el control del peso y es el inicio del camino hacia una vida más saludable.

¿Cuál es la meta de ejercicio para llevar una vida saludable?
En 1995 el Centro de Control de Enfermedades (CDC) y el Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM) recomendaron plantearse la meta de acumular 30 minutos de actividad física o ejercicio estructurado moderado durante el día.

El profesor Ramírez recomienda que se llegue a la meta de manera dosificada. Usted puede empezar con 10 minutos y aumentar poco a poco hasta llegar a los 30 minutos. Incluso, se puede alcanzar la meta diaria de 30 minutos de forma fragmentada, por ejemplo 10 por la mañana, 10 por la tarde y por la noche.

Eso sí, el experto hace una advertencia importante: aún cuando usted cumpla con los 30 minutos recomendados, si usted pasa la mayor parte del día sentado, ya sea en el trabajo, la casa, recreándose o transportándose de un lugar a otro, usted está aumentando el riesgo de padecer ciertas enfermedades.

En resumen, el sedentarismo es perjudicial incluso para las personas que cumplen con la recomendación de 30 minutos de actividad física o ejercicio estructurado en series y rutinas.

RECOMENDACIONES PARA DEJAR DE FUMAR
Incorpore actividades durante el día que impliquen moverse más de lo usual. Desde el trabajo, en el hogar hasta salir a caminar han probado ser eficientes.
La caminata tiene muchas ventajas, entre ellas,  es uno de los ejercicios más populares en nuestra sociedad y casi cualquier persona puede beneficiarse de su práctica regular. Es un ejercicio que realizado apropiada y regularmente puede mejorar significativamente su salud y su calidad de vida. No requiere equipo especial y es sencillo incorporarla en las actividades diarias.
Diseñe un plan y apéguese a este. Este plan puede ser personal o familiar. Si no está muy seguro de cómo hacerlo, consulte con algún profesor de educación física con amplia experiencia en ejercicio, actividad física y salud.
Involucre a su familia en esta aventura y de esta forma estará ayudándole a prevenir no solo el fumado sino otras enfermedades asociadas con la poca actividad física y ejercicio.
Trate de pasar sentado lo menos posible en el trabajo. Por ejemplo, en el trabajo, utilice las gradas en vez del ascensor, si debe enviarle un mensaje por correo a un compañero aproveche y camine hasta su oficina y se lo entrega en persona. Trate de levantarse un rato cada hora.
Disminuya el tiempo que pasa sentado viendo televisión. Trate de no estar sentado frente al televisor por más de 2 horas continuas. Aproveche los anuncios para realizar un poco de ejercicio o simplemente dé una vuelta por la casa o mejor aún, apague la televisión un rato y comparta con familia, juegue con los niños o haga un poco de ejercicio con todos.
Infórmese. La educación es fundamental en un proceso de cesación del tabaco.

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