-¿Qué es el desgarro muscular?
Es una ruptura de las fibras de un músculo. Puede ser una distensión de ellas, hasta una ruptura completa, pasando por una ruptura parcial, es una herida en el interior del músculo. Algunas fibras de su tejido se rompen y sangran produciendo un hematoma, el dolor típico del paciente que presenta un desgarro muscular es como una “clavada de aguja”, lo cual impide contraer el músculo afectado normalmente. Los músculos que más se afectan en este tipo de lesión muscular son los del cuello, la espalda, los muslos o la parte posterior de la pierna (la pantorrilla). Por lo general los desgarros ocurren en deportistas, al levantar algo pesado o al forzar demasiado un músculo.
-¿Cuáles son los síntomas?
Por lo general son dolor intenso en la zona afectada, inflamación, impotencia funcional, hematoma, sensibilidad alterada y la zona se puede encontrar contracturada y dura.
¿Causas?
- Hacer ejercicios bruscos, o intensos, sin calentar previamente, o sea “en frío”. Por tanto. se producen al principio de la actividad deportiva.
- Hacer ejercicio más allá de la fatiga, es decir estando cansado seguir haciendo esfuerzos. Son los desgarros al “final de la actividad deportiva”.
- No se tiene el peso adecuado y se realiza un ejercicio impropio para esta condición.
- Falta de conocimiento del ejercicio, lo que produce descoordinación con su consecuente riesgo de lesión.
- Comenzar una actividad deportiva o recreativa por la mitad.
- No consultar al entrenador constantemente para que verifique la correcta realización del ejercicio.
-¿Cuál es el tratamiento?
Lo principal es la buena cicatrización de la herida para evitar que de nuevo el desgarro se reproduzca. Con un ultrasonido médico se puede determinar la magnitud del desgarro y el tiempo de reposo que la persona debe tener.
Cuando se produce el desgarro muscular lo primero es abandonar la practica deportiva para no sobreesforzar el músculo lesionado con el fin de no producir un desgarro más grande, inmediatamente se debe colocar una compresa fría por 20 minutos para ayudar a mitigar el dolor y bajar la inflamación, esto debe de complementarse con medicamentos antiinflamatorios y debemos recomendar reposo total hasta que el doctor o el fisioterapeuta lo indiquen.
En las primeras 48 horas se debe colocar compresa fría 5 veces al día por 20 minutos y seguir con los medicamentos antiinflamatorios. No se debe colocar calor en la zona afectada hasta que la inflamación y el dolor hayan disminuido considerablemente.
Se iniciará la Terapia Física lo más rápido posible para evitar una mala cicatrización del músculo, la cual va a consistir en electroterapia, ultrasonido terapéutico, magnetoterapia, lámpara infrarroja, calor-frío y en etapas finales se realizan elongaciones del músculo y se empieza los ejercicios de fortalecimiento muscular para luego comenzar las actividades deportivas o recreativas.
En el momento de la lesión no se recomienda apoyar la parte afectada sino hasta después de 7 días. Por lo general la recuperación total de dicha lesión dura de 3 a 4 semanas dependiendo del grado de desgarro muscular y la buena realización de la fisioterapia.
Recomendaciones y/o cómo evitar un desgarre:
- Efectuar un buen calentamiento antes de comenzar la práctica deportiva.
- No realizar ejercicios bruscos o intensos que vayan a fatigar los músculos que están trabajando más.
- Estar en constante comunicación con su preparador físico, médico o fisioterapeuta para que sean ellos, los que le indiquen las diferentes cargas de peso o de ejercicio que le pueda ir metiendo progresivamente a la actividad que se está efectuando.
- Graduar la actividad que se está realizando con el peso de la persona que lo realiza.
- No levantar cosas muy pesadas que ponen en riesgo su espalda o cualquier otra parte de su cuerpo a sufrir un desgarro muscular.