De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) seis de cada diez personas en Latinoamérica padecen de depresión, una cifra y un ejemplo tan solo para evidenciar la relevancia de la salud mental en los tiempos actuales.
Con base en lo anterior, Costa Rica nuevamente da el ejemplo en Centroamérica y se convierte en el primer país del istmo en contar con una Política Nacional de Salud Mental, pues ayer el Ministerio de Salud hizo la oficialización del mismo, en un acto realizado en el auditorio Jean Piaget de la Fundación Omar Dengo y con la presencia de la ministra y viceministra de la cartera, Daisy Corrales Díaz y Sisy Castillo, respectivamente; además de María Eugenia Villalta, gerente médica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Dr. Merlin Fernández, representante de la OPS.
“La inversión que se hace en Salud Mental se reflejará en personas saludables y potencialmente más productivas, que abogarán por una Costa Rica más próspera, donde se respete la dignidad humana, la diversidad, las diferencias y se promueva la convivencia solidaria y armoniosa. Para ello, se propone que Costa Rica fomente y aplique de manera real el enfoque de derechos humanos promocionado a nivel mundial ((por la OPS/OMS)), lo que vendrá a garantizar el goce pleno de los derechos de las personas al disfrute de la Salud Mental”, enfatiza la Dra. Corrales, Ministra de Salud.
La Política Nacional de Salud Mental surge de la necesidad de contar con un marco normativo técnico para conducir a los actores sociales hacia la promoción de la salud mental, prevención de enfermedades, atención, curación y rehabilitación de personas con trastornos mentales en el ámbito comunitario. Condición que supera el paradigma de atención biologista basado en el centro hospitalario.
De esta manera, la Política Nacional de Salud Mental tiene como objetivo general desarrollar un Modelo de Salud Mental que garantice el derecho a la salud mental de la población por medio de la acción intersectorial e interinstitucional, dirigida a la promoción, prevención, atención, rehabilitación y reinserción con enfoque comunitario, para mejorar la calidad de vida y el disfrute a lo largo del ciclo de vida de las personas, con base a sus condiciones de vida y determinantes de la salud.
Asimismo, es importante entender que la salud mental está determinada por factores tales como biológicos, emocionales, ambientales, socioeconómicos, culturales, y sistemas y servicios de salud.
“La elaboración de la Política Nacional de Salud Mental ha contado con el aval y compromiso de la Ministra de Salud, Daisy María Corrales Díaz, sin los cuales no hubiera sido posible este logro. Además, tiene el aporte de muchas personas comprometidas que trabajan en Salud Mental. Esta política es un sueño hecho realidad, pues es la primera vez que un país centroamericano cuenta con una Política Nacional específica de Salud Mental. Ahora el reto es hacerla efectiva. Un agradecimiento sincero a todas y todos quienes participaron en distintas etapas del proceso. Estamos haciendo historia y la historia se escribe con hechos”, ratifica Sisy Castillo, viceministra de Salud y encargada del tema desde el Despacho.