Los más de 500 kilómetros que separan las costas nacionales de la isla del Coco ya no serán más un impedimento para realizar, de una forma más eficaz, la vigilancia de las riquezas que contiene ese patrimonio natural de la humanidad, gracias a dos modernas naves que adquirirá el Servicio Nacional de Guardacostas en el 2017.
Esto será posible gracias a la donación de dos patrulleras que serán donadas por el gobierno estadounidense, según anunció este miércoles el Secretario Adjunto de la Oficina Asuntos Internacionales Antinarcóticos y de Cumplimiento de la Ley del Departamento de Estado de Estados Unidos, Embajador William Brownfield.
Se trata de dos patrulleras clase Isla, de 110 pies de largo, dotadas con equipos de comunicación y navegación de última generación, con excelente rango operacional y capacidades marítimas.
Millonaria donación
El valor total de la donación, incluyendo la renovación de los navíos, mejora de sus equipos y capacitación de personal para su operación es de aproximadamente $18,9 millones, el equivalente a más de ¢10.000 millones.
Estos barcos, que serán los de mayor tamaño del Servicio Nacional de Guardacostas, serán entregadas por parte del gobierno estadounidense en el 2017, según declaró el Embajador Brownfield, quien vistió la mañana de este miércoles la estación de Guardacostas de Caldera, cantón de Esparza, Puntarenas, estación a la cual serían asignadas las nuevas patrulleras.
El funcionario estadounidense declaró que: «Este es un excelente ejemplo del trabajo que podemos lograr cuando nuestros gobiernos invierten de manera conjunta en seguridad. Costa Rica puede estar muy orgullosa de haber interceptado más drogas en el mar que casi ningún otro país en la región. Un gran logro que podría crecer aún más con recursos adicionales».
Viajes de 5.500 kilómetros
Según explicó el director del Servicio Nacional de Guardacostas, comisario Martín Arias, de esta forma esta unidad policial pasará de realizar patrullajes de apenas 1.200 kilómetros con las actuales embarcaciones, a más de 5.500 kilómetros con los nuevos navíos.
Debido a que tales naves son de tipo oceánico, los guardacostas podrán vigilar las cercanías de la isla del Coco, además de las aguas limítrofes con Ecuador y Colombia, lo cual facilitará el patrullaje de una porción del Océano Pacífico que, pese a ser costarricense, nunca ha sido navegada jamás por patrulleras nacionales, dada la escasa capacidad de las embarcaciones con las que hasta ahora ha contado el país.
Arias declaró que no solo se podrá fortalecer la lucha contra el narcotráfico, sino que también todas aquellas acciones ilegales que se dan en nuestros mares, como lo es la piratería de los barcos atuneros.
Las operaciones de búsqueda y rescate de naves y sus tripulaciones que sufran algún naufragio, de igual modo se verán mejoradas, con lo cual se podrá efectuar una mejor protección de la vida de pescadores, turistas y de cualquier otra persona que navegue nuestros mares.
Para operar las nuevas embarcaciones se necesita personal debidamente capacitado, por lo cual 50 oficiales del Guardacostas serán formados en una universidad marítima de Baltimore, estado de Maryland, en Estados Unidos, de donde estarán partiendo las dos naves el próximo año.