90% de efectividad en resultados con trasplante de heces

Veintiocho adultos mayores han logrado superar cuadros diarreicos severos provocados por la bacteria Clostridium difficile, gracias a una infusión de heces disueltas en suero fisiológico que les fue trasplantada en el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología (HNGG).

El trasplante de heces o infusión de microbiota es una de las opciones terapéuticas que está empleando el establecimiento de salud para el tratamiento de esa infección que afecta a pacientes vulnerables, con edad avanzada, hospitalizados y que han sido sometidos a tratamientos con antibióticos.

Según explicó el doctor Gustavo Leandro Astorga, geriatra y coordinador del Comité de infecciones asociadas a la atención en salud del HNGG, esta opción terapéutica se utiliza en pacientes afectados por Clostridium difficile y que no responden a la primera línea de tratamiento, compuesta por una serie de antibióticos administrados por vía oral.

«Llega un momento en que estos pacientes ya no responden al tratamiento convencional con los antibióticos y es aquí donde nosotros, en el HNGG, hemos implementado el trasplante de materia fecal, como alternativa al tratamiento inicial», comentó el médico.

La experiencia, según el funcionario, comenzó en el 2015, luego de un brote de Clostridium difficile que se detectó en ese hospital geriátrico y en el que los pacientes no cedían al tratamiento convencional. Y a partir de ahí se ha avanzado no solo en la realización de la técnica, sino en el desarrollo de protocolos de acción y el contacto con el paciente y sus familiares.

«Algo importante a destacar es la información a las familias. Siempre evacuamos todas las dudas de los familiares de los pacientes sobre las ventajas del procedimiento y la forma en que se realiza el mismo», aseguró la doctora Diana Paniagua Hidalgo, enfermera y miembro del Comité de infecciones asociadas a la atención en salud del HNGG.

La doctora agregó que de treinta y un trasplantes fecales realizados en ese establecimiento de salud, veinte pacientes respondieron al tratamiento en el primer trasplante, mientras que ocho requirieron de un segundo procedimiento. Para una efectividad del 90% del total de casos.

Los resultados se han obtenido, en algunos casos, tan solo unas horas después de aplicada la infusión y en otros hasta ocho días después, y son similares a los observados en otros países del mundo.

Las heces son tomadas de personas sanas (familiares, amigos o vecinos de los pacientes) y luego de diversas pruebas son mezcladas con suero fisiológico para introducirlas en el paciente afectado. Este procedimiento puede prolongarse por alrededor de 30 minutos.

La infusión de microbiota se introduce en el organismo por dos vías: sonda nasogástrica y por enema de retención. Y el tratamiento tiene por objetivo que el paciente recobre la flora bacteriana intestinal la cual fue eliminada por la Clostridium difficile.

Además, el tratamiento busca elevar la calidad de vida de los pacientes y reducir las opciones de aislamiento que deben tener las personas infectadas.

Por su parte, el doctor Fernando Morales Martínez, director del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología, realizó un llamado a la población para que se realice un uso adecuado de los antibióticos, especialmente en los adultos mayores, principalmente en esta época del año donde aumentan las infecciones respiratorias. «Uno de cada tres casos de Clostridium diffícile se da en el ambiente comunitario y esto se deriva del mal uso y del abuso en el consumo de antibióticos», aseveró el jerarca.

¿Qué es la Clostridium diffícile? La Clostridium diffícile es una bacteria que infecta el intestino, provocando síntomas que varían de una diarrea leve a una grave inflamación del colon o intestino grueso. Esta infección suele producirse durante o después de que un paciente ha sido sometido a tratamiento con antibióticos por mucho tiempo.

De acuerdo con especialistas costarricenses en infectología, epidemiología y enfermería, el riesgo de contraer la infección es mayor en pacientes con edades superiores a los 65 años, que se encuentran hospitalizados y que son portadores de algunas enfermedades muy complejas tales como: infecciones, diabetes, cardiopatías e hipertensión, entre otras.

Se debe recordar que el aparato digestivo contiene millones de bacterias y una de ellas es, precisamente, la Clostridium difficile, que se encuentra en pequeñas cantidades.

Cuando una persona toma antibióticos, se destruye la flora intestinal normal y las bacterias perjudiciales como el Clostridium difficile pueden multiplicarse descontroladamente.

Esta bacteria se transmite de persona a persona por la ruta ano-mano-boca o por el contacto con superficies contaminadas con la bacteria.

Los principales síntomas son: diarrea aguda, dolores abdominales y cólicos; y otras personas pueden contraer enfermedades graves como la colitis (inflamación del colon).

Los síntomas de infección por Clostridium difficile suelen comenzar entre unos días y una semana o más después del inicio de un tratamiento con antibióticos, aunque también pueden aparecer semanas o incluso meses después.

Fuentes internacionales revelan que a escala mundial se ha detectado un incremento de la infección por la bacteria Clostridium difficile, así como un aumento en su virulencia, sin que todavía se sepa claramente el porqué. Esta infección se presenta generalmente en países del primer mundo donde existe acceso a los antibióticos.

En el 2010, hubo un brote significativo de esta bacteria con una cepa hipervirulenta, la cual se identificó en varios puntos de los Estados Unidos de América, Reino Unido y en algunas zonas de Europa continental.

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