Cerca de 800 pequeños productores y productoras de Talamanca, la mayoría de ellos indígenas, renuevan el cultivo de cacao en 556,5 hectáreas, tal y como lo hicieron sus ancestros, gracias al apoyo brindado mediante el Programa Sixaola que ejecuta del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
La inversión asciende a ₡767 millones con los cuales se han podido distribuir plantas de cacao, construido oficinas para organizaciones de pequeños agricultores, compra de equipo y herramientas para la producción, y facilidad de insumos y asistencia técnica para la producción.
Para la reactivación del cultivo de cacao se ha dado asistencia técnica en un proceso de diversificación productiva que contempla además la agregación de valor mediante la producción orgánica, el proceso de secado y la elaboración de subproductos de excelente calidad, así como el fortalecimiento de la gestión de 29 organizaciones productivas en esa región del país.
Igualmente, a la Asociación Comisión de Mujeres Indígenas de Talamanca (ACOMUITA), conformada por 75 productoras asociadas, se les dotó de equipo y asistencia técnica para la rehabilitación y renovación de sus plantaciones de cacao, mediante una inversión de ₡ 93.4 millones.
ACOMUITA cuenta ahora con una moderna planta procesadora de cacao, así como cámara de refrigeración, balanza, tostadora, mesas, temperadora y equipo de oficina.
Se hizo, además un recorrido, para conocer el trabajo realizado en el asentamiento Vegas las Palmas, ubicado a pocos metros de la frontera con Panamá. En ese asentamiento, conformado por alrededor de 40 pequeñas familias productoras, se han invertido ₡34.3 millones en el desarrollo de un vivero para el suministro de plantas y el desarrollo de materiales genéticamente mejorados.
Esta organización es una de las más organizadas y el cacao de la finca de Máximo Segundo fue uno de los primeros que entregó el Programa Sixaola, el cual está en producción y cuya producción ya le genera ingresos a la familia.
El MAG es la institución encargada de dar seguimiento y apoyo técnico a estos proyectos, tarea en la que cuentan además con la valiosa colaboración de 16 promotores indígenas originarios de la región y que se encargan de transmitir a sus coterráneos los conocimientos adquiridos para la producción de un cacao de excelente calidad que incluso alcanza éxito internacional.